La aplicación de algunos remedios caseros puede ayudar a deshinchar los tobillos, los pies y las piernas. No obstante, es conveniente evaluar cuáles son sus causas para elegir el tratamiento más adecuado.
Medias de compresión. Las medias de compresión se utilizan durante el día y se quitan antes de ir a dormir. Están disponibles en diferentes tamaños, materiales, colores y niveles de fuerza de compresión. El médico te ayudará a elegir las mejores, de acuerdo con tus necesidades.
Hazte masajes. También llamado drenaje linfático manual, consiste en ejercer una ligera presión en áreas afectadas como los pies, los tobillos y las piernas. La presión debe ser firme, no dolorosa, en dirección hacia el corazón. De este modo, se promueve el movimiento de los líquidos retenidos para favorecer su expulsión.
Eleva las piernas. Para facilitar esto, las piernas pueden elevarse sobre almohadas, libros o cualquier elemento que les permita reposar. Levantarlas contra la pared también puede ayudar.
Limita la sal. Las evidencias apuntan a que un consumo excesivo de sodio provoca edema de piernas. Por eso, es primordial mejorar los hábitos alimentarios y reducir la ingesta de productos abundantes en este mineral.
Consume potasio. En sí, su ingesta favorece la excreción de sodio a través de la orina. Algunos alimentos que lo contienen son los siguientes: Bananas. Aguacate. Espinacas. Tomates. Frutos secos. Calabaza.
Haz pausas activas. Se recomienda hacer pausas activas cada hora para movilizar el cuerpo. Puede ser a través de una caminata corta, o bien, con ejercicios de estiramiento enfocados en las piernas y los pies.
Haz ejercicio físico. La práctica habitual de ejercicio físico supone uno de los mejores remedios para deshinchar los tobillos, los pies y las piernas. Es posible que la hinchazón reduzca la capacidad física y la movilidad; sin embargo, permanecer quietos no debe ser una opción.
Usa calzado ancho. Una de las claves para deshinchar los tobillos y los pies es elegir un calzado adecuado. Dado que hay hinchazón, es conveniente usar zapatos que ofrezcan una compresión uniforme de la parte superior del pie.
Sales de Epsom. Una forma de aprovecharla es disolviendo medio o un kilo de sales en 2 litros de agua caliente. Luego, cuando esté a una temperatura soportable, se sumergen planchuelas de algodón en el líquido y se aplican a lo largo y a lo ancho de la zona que se quiere tratar.
Suplementos de magnesio. Aunque el uso de magnesio transdérmico (con las sales de Epsom) coadyuva en la disminución de la hinchazón de las piernas, la suplementación con este mineral a través de la dieta también puede ejercer efectos positivos en algunos casos.
Baños con manzanilla. Basta con preparar una infusión concentrada con flores de manzanilla. Luego, se sumergen los pies en el líquido durante 20 minutos. Si la hinchazón es en las piernas, se puede aplicar como compresa. Otra opción consiste en disolver de 10 a 15 gotas de aceite esencial de manzanilla en 2 litros de agua caliente (temperatura soportable).
Infusión de diente de león. La ingesta de su infusión parece estimular la eliminación de los líquidos retenidos. No obstante, debe consumirse con precaución, ya que puede interactuar tanto con medicamentos como con suplementos. En concreto, debe evitarse su ingesta simultánea con anticoagulantes, diuréticos y antibióticos.
Masaje con aceite de eucalipto. El aceite de eucalipto contiene un compuesto activo llamado eucaliptol que tiene potencial como vasodilatador. De este modo, favorece la circulación sanguínea y a la expulsión de los líquidos retenidos.