Limpiar los pulmones de vez en cuando es algo que va a beneficiar mucho a la salud de estos órganos, pero también a la del organismo en general, pues con ello se consiguen eliminar todas esas toxinas y sustancias dañinas que se van acumulando con el paso del tiempo y que a la larga pueden afectar muy negativamente al buen funcionamiento de los pulmones.
Toma nota de los consejos y tratamientos que detallamos en los siguientes apartados para saber cómo limpiar los pulmones de manera natural y mejorar su funcionamiento.
VAHOS DE EUCALIPTO
El eucalipto es una planta con propiedades excelentes para tratar diversas afecciones respiratorias, entre las cuales destacan las expectorantes, las antisépticas y las antiinflamatorias. Ayuda a eliminar la flema acumulada en las vías respiratorias, reducir la inflamación de las vías nasales y a facilitar la circulación del aire. Este remedio es muy beneficioso, además, en caso de resfriado, tos, faringitis, bronquitis y gripe.
Ingredientes: 2 tazas de agua y un puñado de hojas de eucalipto
Hierve el agua junto a las hojas de eucalipto durante unos 5 minutos. Apaga el fuego y con cuidado de no quemarte coloca la olla sobre la mesa. Cubre tu cabeza con una toalla y aproxima el rostro a la olla para empezar a inhalar los vapores calientes que desprende la mezcla de agua y eucalipto. Mantente en esta posición durante unos 15 minutos, aproximadamente.
EL AJO
Alimento que se puede consumir para limpiar los pulmones después de fumar y purificarlos por completo cuando se considere necesario. Contiene un componente activo, llamado alicina, que es bueno para tratar enfermedades como catarros y gripes y para favorecer la abertura de los bronquios. Todo ello hará que los pulmones se liberen de sustancias nocivas que hayan podido quedar alojadas en ellos y se mejorará la respiración.
Para emplearlo con este fin, lo mejor es consumir el ajo crudo. Si quieres evitar su sabor y el problema del mal aliento, entonces te recomendamos que partas un diente de ajo por la mitad y las tomes acompañadas con un vaso de agua como si se tratara de una pastilla. De todas formas, te invitamos a que descubras de qué otras formas puedes consumirlo consultando el artículo Cómo comer ajo crudo.
JUGO DE JENGIBRE,
CEBOLLA Y CÚRCUMA
Jengibre: elimina las flemas, abre los bronquios, trata la tos y es antibacteriano, antiinflamatorio y antiséptico, ideal para limpiar los pulmones del tabaco.
Cebolla: abre los bronquios, desinflama los alvéolos y favorece la eliminación de la mucosidad y las sustancias nocivas.
Cúrcuma: contiene curcumina, la cual permite disminuir el estrés oxidativo e inflamatorio de los pulmones. Además, reduce el riesgo de sufrir infecciones pulmonares y previene el malestar respiratorio.
Ingredientes: 50 g de raíz fresca de jengibre, 1 cucharada pequeña de cúrcuma, 1 cebolla, 2 cucharadas de miel y 1/2 litro de agua.
Preparación: hierve el agua y cuando haya alcanzado el punto de ebullición, agrega la cebolla pelada y cortada, el jengibre a rodajas y la miel. Deja cocinar durante unos 40 minutos a fuego medio y ve removiendo para que todo se integre. Cuando la mezcla esté un poco espesa, apaga el fuego y tapa la olla. Deja que repose durante 60 minutos y, pasado este tiempo, cuela el preparado. Vierte el jugo obtenido en un frasco de vidrio oscuro y toma 2 cucharadas por la mañana y otras 2 cucharadas por la tarde.
Por último, también puedes recurrir a algunas infusiones para limpiar los pulmones. Estas están elaboradas con plantas medicinales que son excelentes para mejorar la salud respiratoria y conseguir una buena depuración de toxinas del organismo. Las mejores opciones son:
Infusión de tomillo: contiene timol, un ingrediente que limpia los pulmones y favorece la relajación de los bronquios.
Té verde: es un gran desintoxicante y depurador que, además, protege a los pulmones de la acción nociva de los radicales libres.
Infusión de anís y regaliz: ideal para reducir la mucosidad, aliviar la tos, tratar el asma y desinflamar las vaías respiratorias.
Infusión de romero: relaja los tejidos irritados por la tosa, ayuda a expulsar los mocos y mejora la salud del sistema respiratorio.