Con un bloqueo y una huelga de hambre en el frontis del Hospital Viedma, representantes de los enfermos renales exigieron el pago de las deudas que tiene el gobierno central con las clínicas privadas que les realizan el tratamiento de hemodiálisis.
El representante del sector, Fernando Fernández, aseguró que desde marzo el Ministerio de Gobierno no paga sus deudas con estas clínicas por lo que temen dejar de recibir este tratamiento, lo cual es un atentado directo contra su vida.
Además, denunció que no existe un centro Covid-19 para este sector, por lo que temen contagios mediante las máquinas de hemodiálisis. Tras un par de horas de protestas, se reunieron con autoridades en salud llegando a un cuarto intermedio y levantando su medida de presión.