Renato Gaúcho el “DT” que se acostó con 5 mil mujeres

Renato Gaúcho, es mucho más que el director técnico de Flamengo, que irá en Montevideo ante Palmeiras a la búsqueda de la tercera Copa Libertadores de su historia. Suele mostrar sus joyas parado en el cuadrante por delante del banco de suplentes, presume de haberse acostado con cinco mil mujeres, y tiene un monumento que él mismo presionó para que le construyera el Gremio de Porto Alegre –con el que ya ganó el trofeo continental tanto de jugador como entrenador- en los alrededores de su estadio.

Desde que comenzó su carrera como director técnico en 2000 (aunque tuvo una breve experiencia a cargo de un plantel cuando aún era jugador en 1996) trató de ser protector con sus jugadores y de conducirlos con mano izquierda hacia cierta disciplina, acaso con la intención de que ninguno de sus dirigidos tenga que llegar a actos de rebeldía como los suyos, que fueron su mayor obstáculo para que su carrera fuera aún más resonante.

Como director técnico ganó hasta ahora tres torneos y una Recopa gaucha, dos Copas de Brasil, una Libertadores y una Recopa Sudamericana.

Renato suele participar en la TV, en programas como “Cassino do Chacrinha” (1987), el humorístico “Viva o Gordo” o en telenovelas “Cuatro por cuatro” (1994), El Clon (2001) – todos de Rede Globo-, y en 1997, un especial en “Zazá” y en “Pecado Capital”.

A su esposa, Maristella Bavaresco, la conoció a sus 16 años cuando ambos trabajaban en una panadería. El 21 de mayo de 1994 tuvo una hija. Ana Carolina “Carol” con la periodista y presentadora televisiva Carla Cavalcanti, pero eso no afectó su matrimonio, y suele vivir cerca de las playas de Ipanema, en Río de Janeiro. En 2019 fue operado de una fibrilación auricular que había padecido por cuatro años.

Renato presume constantemente de sus conquistas amorosas. “Una vez estaba con Pelé en un programa de televisión y pasaron un gol suyo. Él me miró y me dijo: mira, Renato, ese es apenas uno de mis más de mil goles. Yo le contesté: para cada gol suyo una mujer de las mías, aunque usted paró a los mil y pocos y yo aún sigo”, comentó.