En medio de cuestionamientos por la falta de controles durante la fiesta de Urkupiña, Enrique Quintanilla renunció al cargo de Intendente del municipio de Quillacollo.
Según el concejal de Quillacollo, Ariel Echazu, las críticas al manejo de los controles y la dificultad de hacer cumplir las ordenanzas y leyes vigentes para prevenir casos de coronavirus, hicieron que Quintanilla de un paso al costado del cargo.
“La organización del calvario estaba a cargo de la iglesia, se ha coordinado y se ha hecho todos los esfuerzos pero no se ha podido controlar”, dijo el concejal quillacolleño, entrevistado por la televisora Unitel.
DESCONTROL Y CAOS
Durante los días de la fiesta de la virgen de Urkupiña, hubo un total descontrol en el sector del Calvario al sur de Quillacollo, donde mucha gente no usó barbijos y consumió bebidas alcohólicas.
En la zona central, cerca de la plaza 15 de agosto, se desbordó el comercio y hubo aglomeraciones.