Reos se aíslan en sus secciones y hablan de cientos de enfermos

Los internos del penal de San Pedro, en La Paz, contaron a Página Siete que dentro este recinto penitenciario cientos de reclusos han caído en un “resfrío bastante fuerte”, aunque ellos sospechan que se trata de coronavirus. Ante este panorama, más los tres muertos del pasado fin de semana, han encapsulado las secciones para evitar la posible propagación del virus.

 “Somos hartos los que están con este resfrío. En todas las secciones están enfermos. La sanidad está colapsada y la gente está muy estresada, a ninguna sección se puede ir, si no eres de esa sección no puedes entrar y sólo están saliendo para hacer trámites”, explicó un recluso que vive en lo que se denomina “la población”, el sector más amplio del penal, dividido en al menos siete secciones.

 El privado de libertad, cuya identidad es reservada, añadió que los internos tienen los síntomas de un resfrío “bastante fuerte”. “En otros inviernos no sabe ser así, sabe pasarse rápido. Muy fuerte es esto y ya en todas las secciones han caído enfermos”.

 El fin de semana se reportó la muerte de al menos tres reclusos. Uno de ellos pertenecía a la sección de la Grulla (fuera de “la población” y donde suelen ir reclusos problemáticos), y otros dos a la sección de La Posta (también fuera de población y donde están los reos que cuentan con recursos económicos).

 “Murieron de un día para otro. En la noche se les complicó la respiración y les dio síndrome respiratorio agudo”, dijo un privado de libertad que pertenece a La Posta, donde fallecieron dos personas. Él contó que aunque los decesos ocurrieron de repente, la enfermedad (que él está seguro es coronavirus) ya estaba en la cárcel paceña por lo menos hace tres semanas. 

“Esto comenzó hace tres semanas, no es de ahora. Fue como resfríos comunes, con 200 (de unos 350 reos) que cayeron al mismo tiempo. Aquí hubo un contagio comunitario”, manifestó el recluso. 

Esta persona contó que el virus pudo entrar con las encomiendas que los familiares enviaron desde el exterior o con los policías que entraban de turno. Desde que comenzó la pandemia en el país los reclusos decidieron cortar con las visitas. Pero aunque esto se cumplió, las encomiendas, de las cuales muchos reos dependen, continuaron llegando. 

“Obvio que las autoridades van a decir que hay sospechas nomás, pero aquí hubo un contagio comunitario. Más bien yo pienso que las defensas de los compañeros nos ayudaron a sobrellevar la enfermedad porque hasta ahora hubo sólo dos muertos. Aunque todavía hay dos que están muy mal aquí, deberían sacarlos ya a terapia intensiva, ¿pero a dónde los van a llevar si no hay espacio en los hospitales?”, acotó el interno. Página Siete