Flores desparramadas, floreros rotos, los vidrios destrozados encendieron la alerta en los miembros de la resistencia. Alguien había ido al puente Huayculi y había atentado con saña contra el nicho de Limbert Guzmán Vásquez quien falleció el pasado 6 de noviembre durante el conflicto post electoral del 2019. Además se había convertido en el símbolo de lucha de Quillacollo.
Esta acción fue repudiada por los jóvenes y también por los representantes que acompañaron las movilizaciones de aquel entonces que hoy vuelven a sus memorias una vez más.
Juan Gutiérrez, Presidente del comité popular de lucha contra la corrupción Quillacollo, calificó el hecho de “acto vandálico” por arremeter contra algo que ellos consideran sagrado.
El representantes asegura además que este acto podría significar “un adelanto de lo que vendrá”, esto haciendo referencia al retorno del Movimiento al socialismo al poder.
Gutiérrez asegura que el hecho es una fuerte alarma, tomando en cuenta el escenario actual en el que los sectores comienzan a reagruparse poco a poco ante la coyuntura política que gesta un nuevo rechazo a las determinaciones de parlamentarios del Movimiento al socialismo, que entre sus últimas determinaciones decidieron modificar el reglamento de la Asamblea Legislativa Plurinacional en cuando a la aplicación de los dos tercios.
Finalmente el representante aseguró que siempre tienen en sus recuerdos a Limbert y que para los que se apostaron durante días y noches en el Puente Huayculi siempre sería un “mártir” que dio su vida luchando exigiendo las libertades democráticas del país que entonces pretendían ser coartadas. “Es un país democrático con derecho a disentir”, recalco.