¿Resiste el Covid-19 en las alturas de Bolivia y Perú?

Los habitantes de las alturas de los Andes de Bolivia y Perú han resistido mejor al coronavirus que sus compatriotas de las tierras bajas, lo que ha llamado la atención de los expertos.

En Perú, segundo país con más casos de coronavirus de América Latina detrás de Brasil, la pandemia ha causado estragos en las ciudades de la costa, entre ellas Lima, y en la región selvática de Loreto, donde nace el río Amazonas.

Sin embargo, menos del 10% de los contagios son en la sierra andina, por sobre los 3.000 metros de altura, como en Cusco, la antigua capital del imperio Inca, donde los casos son comparativamente pocos y la cifra de muertos mínima.

«Hemos registrado los casos que existen en ciudades (andinas peruanas) como Cusco, Huaraz, Cajamarca, Cerro de Pasco, Abancay, Huancavelica, y efectivamente existen menos casos», dice a la AFP Augusto Tarazona, jefe de la Comisión de Salud Pública del Colegio Médico del Perú.

«En las propias ciudades en zonas elevadas los casos son mínimos y la mortalidad es casi cero. Esto nos ha llamado la atención», agrega.

En la vecina Bolivia pasa lo mismo: los contagios se concentran en las regiones bajas del oriente: en la tropical Santa Cruz y la amazónica región de Beni, fronteriza con Brasil.

«La frecuencia de contagios es sustancialmente menor en Bolivia en las regiones de altitud, como La Paz, respecto a la que registran las zonas bajas como Santa Cruz», explica a la AFP el jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud de Bolivia, Virgilio Prieto.

Los balances oficiales del coronavirus de ambas naciones lo confirman: en la selvática Loreto hay 7.953 contagios y 321 muertos, mientras en Cusco, que tiene 50% más de población, solo hay 1.494 casos y 13 muertos.

En Piura, en la costa norte (con 1,8 millones de habitantes), hay 14.659 casos y 661 decesos, mientras que la andina Arequipa (1,4 millones) registra 5.454 casos y 145 decesos.

El índice de letalidad en Loreto es de 4,04%, mientras en Cusco es de 0,87%. En Lambayeque, en la costa norte peruana, es de 5,79%, y en la andina Ayacucho 0,83%. En Lima, en la costa central, es 2,42%.

En Bolivia sucede algo similar: en Santa Cruz hay 12.988 casos, mientras en La Paz, con casi la misma población, son 1.386. Santa Cruz y el amazónico Beni suman el 68% de los muertos por la pandemia en toda Bolivia.

En Beni hay 3.326 casos, mientras en el andino Oruro son 443 aunque tiene 20% más de población.

 Perú, con 33 millones de habitantes, registra más de 244.000 casos de coronavirus y 7.461 decesos. Bolivia, de 11 millones, bordea los 21.500 casos con 697 muertes.

HIPOXIA PERMANENTE

La vida no es fácil en las alturas andinas, donde se desarrolló la gran civilización inca a partir de pueblos que vivían de la agricultura y la crianza de llamas y alpacas.

Por ahora no hay una respuesta científica que explique lo que sucede con el coronavirus en las alturas, pero la clave estaría en el sistema respiratorio de la gente que vive en un ambiente con menos oxígeno, según expertos.

«Son aspectos que se están teorizando y apenas están iniciando estudios en profundidad», dice el doctor Tarazona.

«La personas con hipoxia (falta de oxígeno) crónica puede tener una menor cantidad de receptores ECA (enzima convertidora de angiotensina), que son los receptores de puerta de entrada para el virus», dice el infectólogo peruano Eduardo Gotuzzo a la AFP.

«El virus tiene menos puertas de entrada y puede producir menos contagiados», agrega.

Tarazona señala que «se está empezando a teorizar que los receptores ACE tendrían algunas diferencias en las personas alto andinas producto de su hipoxia permanente».

«Eso hace que se hayan adaptado a un sistema de respiración con menos oxígeno, y ello en cierta manera influye en la fisiopatología del virus dentro del cuerpo humano (…). Hay una adaptación del cuerpo para no retener el virus», agrega.

 ¿RAYOS ULTRAVIOLETA?

Otra explicación son los rayos ultravioletas. Ciertos estudios sostienen que éstos actúan como un esterilizador natural en las zonas de altura.

«La radiación ultravioleta definitivamente es más alta en la altura y eso incide en que el virus sobreviva menos o que haya menos virus en las zonas de exposición», indica a la AFP el médico Carlos Ibérico, neumólogo del hospital Sabogal de Lima.

Sin embargo, la teoría de los ultravioleta no convence a todos.

«La posibilidad de que los rayos ultravioletas pudieran incidir en algo, se daría si el germen estuviera en la calle, pero el germen está dentro de nuestro organismo a 37 grados centígrados», dice Prieto, quien teme que las supuestas bondades de los rayos ultravioleta ayuden a transmitir la covid-19. Agencias