Según la revista Vanitatis, la clínica estética donde fue paciente confirma que Shakira era muy precisa en lo que quiere, dónde y cómo lo quiere. Incluso controla la medida exacta y el lugar concreto donde hay que pinchar si se trata de un relleno. “Cuando estás con la aguja, ella te dice: ‘Pónme 0,2 de toxina aquí’, y te señala el punto exacto. ‘Pónme 0,5 de ácido allí’, y te indica otro punto exacto. Conoce su cara a la perfección y dirige al personal”, dijo una fuente de la clínica.
Los tratamientos que Shakira suele realizarse incluyen el entrecejo, los labios, el surco nasogeniano, la barbilla y la comisura de los labios. Además, todo se hace “con orden directa de ella, no deja nada al azar”, según la misma fuente.