Rosa, clavo, limón y recupera el sentido del olfato y el gusto

Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, este sentido ha cobrado el valor que merece.

Entre el 50% y el 80% de las personas que han sufrido una infección de coronavirus ha experimentado algún tipo de pérdida de olfato y gusto.

Para ello se hace el entrenamiento olfativo, con el que se trabaja la nariz durante un período de tiempo largo. Los pacientes reciben aromas sencillos y naturales como la rosa, el clavo, el limón o el eucalipto para que se los lleven a casa y se entrenen con ellos.

«Para empezar, basta con cuatro aromas, por la mañana y por la noche, medio minuto por cada aroma, y hay que hacerlo con regularidad durante un largo período de tiempo», explica el profesor Hummel.

Como alternativa, los pacientes también pueden hacerse con aceites perfumados o esenciales y «olerlos».

¿Y cómo se mide el éxito de ese entrenamiento olfativo? Un otorrinolaringólogo puede, por ejemplo, medir el umbral a partir del cual se percibe un determinado olor.

O el paciente debe ser capaz de asignar correctamente los diferentes olores.