Las medidas que se proponen para reducir el riesgo de infección son de aplicación general, no solo para combatir un tipo de patógeno en concreto. Según indican algunas fuentes de expertos “los alimentos no son una fuente probable de contagio de diversas enfermedades”.
También hay que extremar la precaución y no tocarnos la boca, los ojos y la nariz con las manos. Además, debemos mantener una limpieza de manos estricta y controlar bien las temperaturas y el tiempo de almacenaje y cocción de todos los alimentos, pues estas son las claves para mantener a raya a los patógenos.
¿ES NECESARIO DESINFECTAR LA COMIDA?
Ante todo, debemos saber que la comida que llega a los mercados es segura y no tiene por qué causarnos problemas de salud. Todos los profesionales a lo largo de toda la cadena alimentaria toman todas las precauciones necesarias.
Así, en un principio, no es necesario pensar en desinfectar la comida para evitar contagios, sea del patógeno que sea. Sin embargo, vale la pena conocer cuál es la mejor forma de comprar, almacenar y cocinar cada tipo de alimento, ya que son estas medidas las que nos permitirán estar a salvo de posibles infecciones.
MEDIDAS DE SEGURIDAD ALIMENTARIAS BÁSICAS
Como ya hemos explicado y no nos podemos cansar de repetir, a la hora de comprar y manipular alimentos, es básico tener las manos, las superficies y los utensilios de cocina bien limpios. Con estas primeras prácticas ya tenemos mucho ganado. Después, hay que tener en cuenta algunas medidas específicas para controlar los distintos tipos de alimentos.
1. CARNE Y PESCADO
Las carnes de granja y otras preparaciones pueden ser portadoras de ciertos tipos de bacterias que podrían causarnos una toxiinfección alimentaria. Por ello, hay que manipularlas y cocinarlas correctamente.
Las medidas que hay que tener en cuenta en relación a este tipo de alimentos son: Comprar carne y pescado frescos y en buen estado. Pedir que nos dejen las piezas limpias y sin vísceras. Refrigerarlos rápidamente y, dentro de la nevera, mantenerlos separados de otros alimentos ya cocinados. Si no vamos a consumirlos en breve los podemos congelar. Asegurarnos que las piezas quedan bien cocinadas en su totalidad. Las temperaturas de 75 grados en el centro del producto son suficientes.
2. HUEVOS
Los huevos son un producto delicado y una de las principales vías de contagio de salmonelosis. Es necesario almacenarlos a temperatura constante; por eso, es recomendable guardarlos en el frigorífico. Al contrario de lo que se hace muchas veces, no debemos lavar la cáscara, ya que ejerce una barrera protectora.
3. FRUTAS Y VERDURAS
Aunque sabemos que el calor y la cocción matan los posibles agentes patógenos en muchos casos, no es necesario que comamos todas las verduras y frutas frescas cocidas. Lo importante es limpiar perfectamente todas y cada una de las piezas que vayamos a consumir.
Basta con frotarlas a conciencia bajo un chorro de agua. Podemos ayudarnos con un cepillo especial o bien frotar con las manos. Las secamos con papel de cocina y las almacenamos en el lugar indicado.
¿HAY QUE DESINFECTAR LA COMIDA ENVASADA? Muchas personas se preguntan qué es lo que deben hacer con la compra una vez llegan a casa. En un principio, los envases solo pueden estar contaminados si alguna persona los ha tocado con las manos sucias o ha estornudado encima. En este sentido, hay que tener en cuenta que lo que se “contamina” o ensucia es el envase, nunca el contenido. Agencias