Santa Cruz
El Ministerio Público llevará ante un juez cautelar a un sacerdote, al que acusan de haber cometido el delito de uso de instrumento falsificado y por lo que habría logrado hacerse de más de 90 hectáreas, pese a que existe un proceso judicial pendiente y hay observaciones en la titulación de los predios.
La imputación fiscal, señala que el sindicado es Reinaldo V. Ch. utilizó de forma dolosa un documento que le permitió a la congregación religiosa, de cual forma parte, adquirir un fundo rústico en Portachuelo.
Además, aclara que las escrituras tenían datos falsos, ya que se amañaron informes y documentos en el afán de sorprender al Poder Judicial en un juicio civil que se desarrollaba en el Juzgado Agroambiental de Montero.
El fiscal Carlos Candia en la autoridad judicial que ha solicitado la aplicación de medidas cautelares en contra del sacerdote, para el que piden arraigo nacional, la presentación semanal del procesado ante el Ministerio Público, el pago de una fianza real de Bs 100.000 y otras medidas que en su juicio determine el juez que lleve la audiencia de medidas cautelares.
El Ministerio Público no solicitó la detención preventiva del sindicado, debido a que los años de prisión a los que se somete el religioso procesado es de 1 año como mínimo y 6 años como condena máxima.
El fiscal Candia en su imputación formal, que debe desarrollarse el próximo 9 de noviembre, expone que el sacerdote Reinaldo V. Ch. sabía sobre las irregularidades que tenían los documentos que presentó y que en el juez Agroambiental provocaron sospecha, ya que fue esta instancia judicial la que al percatarse de posibles irregularidades en la titulación del fundo, hizo la denuncia ante el Ministerio Público.
Se espera que en los siguientes días se conozca más información sobre la imputación y las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público, ya que se presume que se involucraron en el hecho miembros de Derechos Reales, del INRA y una funcionaria de una Notaría de Fé Pública.
Entre tanto la Fiscalía señaló que hay peligro de fuga del sacerdote. Agencias