Una investigación dirigida por el diario “El País” de España develó una terrible y horrenda verdad, que apunta al padre jesuita de origen español Alfonso Pedrajas Moreno, quien ya falleció, como un sacerdote que abusó sexualmente de niños durante su estancia en Bolivia.
La investigación lleva por título: «Diario de un cura pederasta», en este señalan que los abusos a niños bolivianos eran del conocimiento de varios clérigos nacionales y que ocurrieron durante varias décadas.
Pedrajas impartió sus enseñanzas por largos años en el Colegio Juan XXIII de Cochabamba y también pasó por San Calixto de La Paz. El cura era conocido como Pica, y los testimonios fueron recuperados por quien era su novio y decidió contarlo todo al medio escrito, para que todo sea difundido.
El hecho ha sacudido la iglesia católica, porque varias autoridades religiosas conocían los hechos, pero no hicieron nada, a pesar de que existían denuncian en contra del sacerdote, quien continúo con los abusos por años.
«En las páginas del diario, el sacerdote admite que abusó de decenas de niños mientras fue profesor de varios colegios de América Latina, especialmente en uno de Cochabamba. Y relata también cómo la orden (al menos siete superiores provinciales y una decena de clérigos bolivianos y españoles) encubrió sus delitos y las denuncias de algunas víctimas», dice la investigación.
Pedrajas Moreno que falleció el 2009 por cáncer, en sus escritos menciona las decenas de abusos que cometió contra niños en los distintos centros religiosos en los cuales él era parte. Durante muchos años estuvo en el Colegio Juan XXIII del valle donde era subdirector de ese establecimiento. También fue parte de los centros San Calixto, el Colegio Nacional Ayacucho y el Correccional de Menores, en la urbe paceña.
«Alfonso Pedrajas Moreno nació el 10 de junio de 1943 en Valencia, en el seno de una familia extremadamente religiosa. Con 17 años, entusiasmado, viajó hasta Raimat (Lleida) para ingresar en la Compañía de Jesús como novicio. Solo unos meses después, convencido de que su destino obedecía a un designio de Dios, escribe a sus padres para anunciarles la noticia que cambiaría su vida: se hace misionero y se marcha a Latinoamérica», inicia la investigación.
«Durante su primera década allí, entre 1961 y 1971, residió a caballo entre varios centros de la orden en Bolivia, Perú y Ecuador. Tiempo que dedicó a formarse como sacerdote y en el que comenzó a dar sus primeras clases. Pasó por los centros bolivianos de San Calixto, el Colegio Nacional Ayacucho y el Correccional de Menores, los tres en La Paz. Alfonso Pedrajas vestido de sotana durante los años sesenta (…) Tras este periplo de formación, y seis años después de su primer abuso reconocido, Alfonso, al que por entonces empezaron a llamar Pica, se asentó finalmente en Bolivia. Era octubre de 1971, cuando la orden lo nombró subdirector del Colegio Juan XXIII, un internado que en esos años rescataba a Pica, a la izquierda, durante su estancia como profesor en el colegio San Calixto, La Paz, Bolivia.», sostiene El País.
En el escrito Pica menciona como sentía culpa de los abusos que cometía e incluso se impulsó un reconocimiento en el centro Juan XXIII de Cochabamba a su regreso a Bolivia el 2004 (estuvo un tiempo ausente del país). «La vida de Alfonso Pedrajas, Pica, se fue apagando. Dejó de escribir en su diario el 11 de octubre de 2008. Un año después falleció en una cama de hospital. Su diario son las memorias de un pederasta. También la prueba de cómo la Iglesia toleró estos delitos dentro de sus muros e impuso, por norma, el encubrimiento. Lo reconoció el propio Pica», finaliza la investigación el escrito. La investigación sale a la luz luego de decenas de denuncias por pederastia. Agencias