Un documento denominado ‘Memoria de los hechos del proceso de Pacificación en Bolivia Octubre 2019 – Enero 2020’ de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) confirma que la exsenadora Adriana Salvatierra no quiso asumir la Presidencia del país después de la renuncia de Evo Morales.
La recopilación cronológica realizada por la Iglesia Católica sobre su papel en medio del conflicto social que vivió Bolivia también rememora que el jefe del MAS estaba enterado de todo lo que sucedía manteniendo contacto con la expresidenta del Senado. Además, se indica que los exministros del líder cocalero negociaron la pacificación del país a cambio de salvoconductos.
La información, que fue derivada al Vaticano, otras instancias internacionales y la Fiscalía General del Estado, confirma que se optó para que Jeanine Áñez, hoy detenida preventivamente, asuma el poder como vía de sucesión constitucional, dejando en poder del ‘instrumento político’ las directivas de ambas cámaras en el Legislativo.
La Iglesia también resalta que, en los espacios de diálogo, los actores plantearon propuestas para pacificar al país y las discutieron.
En sus páginas 12 y 13 el documento relata que desde el MAS sugirieron que el nuevo mandatario sea elegido de entre los asambleístas o que el entonces senador Víctor Hugo Zamora asumiera esas funciones, aunque esos aspectos fueron considerados “inconstitucionales” y no lograron aceptación.
Luego surgieron dos nuevas alternativas, que Salvatierra o la diputada Susana Rivero asumieran la jefatura del Estado o que existiera una sesión de la Asamblea para que Áñez llegara al poder, dando lugar a la “sucesión constitucional ipsu facto” para evitar el vacío del poder.
La memoria especifica que Salvatierra y Rivero no quisieron asumir la Presidencia alegando que “sus vidas corrían peligro” y que, posteriormente, en los “acuerdos que permitan la pacificación del país”, el MAS condicionó la desmovilización a “garantías y seguridad para exautoridades del gobierno del MAS, salvoconductos para salir del país y la posibilidad de regreso a Bolivia del expresidente Evo Morales”. /El Deber