Bolivia y su fútbol tienen muchas historias y jugadores que apasionaron a miles a lo largo de los años. Actualmente, la Selección no es una potencia, y por ello uno debe escuchar quejas (algunas fundamentadas, otras simplemente ridículas), como las que señalaron alguna vez que esta Selección es de “cambas opas”.
Tomando en cuenta solamente los titulares de La Verde ante Senegal, vemos que más del 60 por ciento son jugadores que parió Santa Cruz. Diego Bejarano, Jairo Quinteros, José Sagredo, Roberto Carlos Fernandez, Leonel Justiniano, Carlos Lampe y Marcelo Martins.
Probablemente, el único debatible sea Quinteros, que se fue a España siendo muy pequeño, pero el resto, son jugadores netamente salidos de la tierra del ‘cielo más puro de América’.
Ahora bien, la discusión social y esa brecha que se quiso abrir en todo ámbito entre el occidente y el oriente boliviano, lamentablemente también aplica en este deporte. La discusión puede ser válida sobre si un jugador es más que otro, pero querer estigmatizar a algunos por el lugar donde nació, es absurdo.
Luis Haquin, Bruno Miranda, Moisés Villarroel (cruceños), y Carmelo Algarañaz (paceño), también integrantes importantes de La Verde. Así como en muchas otras ramas, Santa Cruz se puso el oficio de ‘motor’, y en este caso en el fútbol. Sacó a lucir muchísimas figuras históricas que, por temas económicos y el poderío occidental, la gran mayoría de estas estrellas cruceñas terminaron defendiendo colores ajenos a su tierra.
No se debe ir muy lejos en el tiempo para evidenciar esto. La actual selección cuenta con sus figuras más importantes cruceñas como estandartes. Marcelo Martins y Carlos Lampe, estrellas en el fútbol nacional, y piezas irremplazables en la Selección. Agencias