“El papel que está jugando Bolivia en el esquema del narcotráfico es preocupante y alarmante”, advirtió el analista Jorge Santistevan, quien además precisó que “es un país de acopio y producción de droga” y ya no solo de tránsito como asegura el Gobierno.
Para el militar en servicio pasivo, Bolivia “no reconoce que es un país productor de droga y dice que es un país de tránsito y eso sería completamente falso”.
El analista fija esta postura en referencia al caso de la incautación de 10 toneladas de cocaína en Alemania procedentes de Paraguay, país en el que las autoridades sospechan que la droga llegó de Bolivia.
“Ninguna avioneta, aeronave o transporte terrestre de Perú con carga llega directamente hasta Paraguay, todo lo hacen las organizaciones criminales asentadas en Bolivia donde producen la droga, acopian la droga de Perú y la trasladan al Paraguay o al Brasil”, afirmó.
“Es un fenómeno que nos está afectando no solamente la imagen, sino la seguridad y la soberanía del Estado”, señaló Santistevan.
En su criterio, “todo ese cerco que se están montando desde el exterior y lo están cerrando en torno a las fronteras de Bolivia y al país en sí, está logrando la captura de grandes toneladas de droga”.
En ese marco, el experto apuntó a una “gran debilidad”: A la fecha “es el único país de Sudamérica que no ha sumado sus Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico”.
Pero, además, observó que el espacio aéreo está “desguarnecido” pese a que el país cuenta con un sistema de radares cuyas operaciones no se activaron y “hace seis años están almacenados y no los montan”.
ZONA NEGRA
“Es una zona negra en la que las avionetas de cualquier parte del mundo llegan y se pierden en el territorio porque no hay control de radares y de sistemas especiales”, señaló.
Una de las hipótesis que se analizan en Paraguay tiene referencia a posibles vuelos ilegales para transportar la mercancía ilegal hasta ese país.
Según Santistevan, se calcula que de manera diaria “15 vuelos de aeronaves con droga salen hacia el exterior”.
En ese contexto, puntualizó que la Operación «Hinterland» detectó droga de procedencia boliviana “a través de los capos del narcotráfico en Paraguay y Brasil y eso ha sido descubierto también por los servicios de Inteligencia antidroga de Alemania”.
En ese marco, la relación de Bolivia con los países de la región y Europa se encuentra “distanciada” debido a estos casos porque “Bolivia es el Estado investigado”, que “no puede ser parte de la investigación”.
Respecto a los 300 kilos de cocaína en una avioneta con matrícula boliviana que cayó en la localidad chaqueña de Avía Terai, Santistevan puntualiza que hay “avionetas y pilotos desaparecidos sin tomar en cuenta los tractocamiones que caen en manos de la Inteligencia de los países vecinos”.