Consternado, dolido, visiblemente afectado por lo ocurrido y guardando aún luto por quien en vida fue su capitán, el sargento Ronald Fuentes Vargas cuenta su verdad sobre lo sucedido aquel trágico día, cuando de manera fortuita y accidental disparó su arma con tan mala suerte que el proyectil llegó a impactar en la humanidad de su capitán e instructor de tiro Diego Arias quien falleció.
Con la voz entrecortada y muy triste, Ronald cuenta que el hecho fue un accidente que en ningún momento quiso hacerle algún daño a su capitán. “Era un instructor bueno, amigo de los alumnos. En ningún momento quise hacerle daño”, relató Fuentes.
Muy afligido, Ronald recuerda que aquel trágico día tras el accidente, corrió hacía su capitán y lo auxilió rápidamente. “Le puse mi pañuelo blanco a la herida que tenía. Yo mismo lo he auxiliado e incluso le aplique RCP en la patrulla. Hasta el último momento estaba con mi capitán”, recuerda el sargento.
Ronald es una persona humilde, trabajadora, es padre de dos hijos y tiene un bebé en camino. Desde lo más profundo de su corazón, le dice a la población que se trató de un accidente fortuito
El doctor Adolfo Paniagua, abogado del sargento, explicó de manera técnica por qué su cliente es inocente sobre lo ocurrido aquel fatídico día.
El doctor aclara que no se debe confundir la normas de seguridad en el servicio y las normas de seguridad que debe tener le instructor en polígono, son dos acápites distintos.
Aclaro que el protocolo establece que en el polígono de tiro se tiene que cumplir diferentes normas entre las más importantes están: Antes de realizar la práctica, designe un instructor, director o monitor de tiro, quien dará las órdenes respectivas y bajo su responsabilidad queda la seguridad de los practicantes. Asimismo, el protocolo refiere: Evitar ingresar a la línea de preparación hasta que el instructor no lo llame y le asigne un carril. Otro punto importante es que el instructor debe hacer la verificación obligatoriamente del despeje y todo apuntando a un vacío antes de cualquier ejercicio.
Paniagua aclaró que el abogado de la víctima se confunde refiere las normas que tiene que tener un policía en servicio y es otro acápite las normas que se tienen en el polígono.
LÍNEA DE FUEGO
Adolfo Paniagua, abogado del sargento Ronald Fuentes, señaló que en el polígono de tiro los alumnos no son autónomos de sus decisiones y se rigen en los principios básicos del instructor y monitores y que todo se va realizar a voces de mando del instructor. El doctor explicó otro aspecto dentro del protocolo que demuestra la inocencia de su cliente, el cual refiere: En la línea de fuego se debe permanecer en el carril asignado y atento a las órdenes del instructor, sin hablar con el resto de los practicantes, no distraerlos. De igual manera, en ningún caso el arma se dirigirá a los costados, arriba o hacia atrás, solamente al blanco. «Les hizo poner en C, les ha pedido a todos que le apunte a él y se paró en medio, debiendo estar 10 metros atrás. Asimismo, el capitán antes de los ejercicio tiene la obligación de hacer la verificación y despeje de las armas», puntualizó.