El fútbol en Alemania retomó su calendario y los fanáticos de la Bundesliga alrededor del mundo pudieron disfrutar de cinco partidos en simultáneo. Aunque dentro de los estadios todos debían seguir un estricto protocolo sanitario debido a la pandemia de coronavirus.
No escupir, no debían tener contacto en los festejos de gol, las personas ubicadas en el banco de suplentes tenían que utilizar barbijo, entre otras, eran algunas de las medidas que habían pactado las autoridades para proteger a todo el personal que deba concurrir a las canchas de fútbol.
Pero algunos futbolistas violaron en reiteradas ocasiones el protocolo, durante la goleada por 3-0 del Herta de Berlín sobre Hoffenheim. La primera transgresión ocurrió en el momento en que el defensor Belga del Herta, Dedryck Boyata se besó en la mejilla con su compañero luego de haber marcado un gol.
La segunda pasó a los 15 minutos del segundo tiempo donde varios futbolistas, del mismo equipo, festejaron con un abrazo luego de haber convertido otro tanto. La tercera infracción la convirtió Marcus Thuram, quien metió su dedo en la boca.
Es por eso que la Bundesliga aclaró que no sancionará a ningún futbolista por haber incumplido con el reglamento porque «son solamente consejos para los jugadores». La Liga Alemana, que armó un protocolo de 51 páginas e hizo especial hincapié en la prohibición de los festejos conjuntos para «evitar lo evitable». Además, ya sancionó al entrenador de Unión Berlín, Urs Fischer por romper con uno de los puntos al salirse de la concentración en el hotel que se alojó su equipo.