El Alto
Un joven denunció esta mañana que intentaron sacrificarlo y ofrendarlo como “sullu” (ofrenda) en una construcción, pero logró escapar esta madrugada después de permanecer inconsciente en un ataúd.
El joven dijo que había llegado de Chile, donde trabaja de costurero, y fue a bailar tobas en la entrada de Villa Victoria. Luego de estar ebrio, un hombre se hizo pasar por su camarada de cuartel y le invitó una caja de cerveza. Al probar un vaso, perdió la consciencia y no se percató de nada más.
“Lo último que recuerdo es que estaba bailando tobas, me ha invitado una caja y me ha invitado un vaso y no me recuerdo nada. Pensé que estaba durmiendo en mi casa. Me he levantado, quería orinar, ya había estado pues en el ataúd. No podía moverme. Luego he roto la ventana. Lo he roto el ataúd harto. Y tierra más había encima del ataúd”, relató la víctima.
El hombre había sido dado por muerto y aún tenía cemento fresco sobre él. Con ayuda de un taxista llegó esta mañana hasta la ciudad de El Alto para denunciar que fue víctima de un intento de asesinato, pero la Policía no hizo caso por su estado de ebriedad y no levantó la denuncia.
Alex Magne, la persona que lo encontró deambulando, comentó que Víctor Hugo se encontraba cubierto con cemento en el rostro y la cabeza, declaración que es comprobada por los rasgos de cemento que tiene el joven en él todo el cuerpo.
“Esta mañana me levanté para ir a orinar y ya no podía salir, he roto el vidrio, toda mi mano me he lastimado, apenas he salido. En Achacachi (lugar donde despertó), pero fui a la Policía y me dijeron que estoy en estado de ebriedad, vas a venir sano, me dijeron”, dijo el hombre quien se salvó de ser enterrado vivo.
Agosto es el mes de las ofrendas a la madre tierra o Pachamama para agradecer todo lo recibido y augurar parabienes en la salud, cosecha, economía y negocios. Según los mitos aymaras, la Pachamama exige de ofrenda a una persona para que una construcción sea duradera y no sufra desperfectos o un derrumbe. Agencias