El Gobierno nacional determinó flexibilizar la cuarentena en Bolivia a partir del 1 de junio. Entre las nuevas medidas, se permitirá la realización de eventos religiosos. Sin embargo, todos los demás encuentros públicos -incluidos los culturales y educativos- siguen prohibidos.
El ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Ortiz, señaló que la medida fue asumida luego de una solicitud hecha por los sectores religiosos y se determinó limitar, al 30%, el aforo de los templos e iglesias.
Esta medida ha causado polémica entre quienes consideran que los encuentros públicos, al margen de su finalidad, pueden hacer que la propagación del virus se acelere y cuestionan los criterios médicos que validan esta disposición.
EL DEBER consultó sobre este tema al ministro Ortiz, quien fue el que inicialmente explicó algunos puntos del decreto que entra en vigencia a partir del lunes.
_El decreto aprobado ayer prohíbe todos los eventos públicos, excepto los religiosos. ¿Con qué criterio científico se lo definió?
Se ha determinado el 30% del aforo que puede tener un espacio determinado, un templo, una iglesia o el lugar de la celebración religiosa. Obviamente tiene que ser en los horarios permitidos.
_ Siguiendo esa lógica ¿por qué no se permite, por ejemplo, el funcionamiento de un cine con el 30% de aforo, un teatro o un centro de estudio de idiomas?
Porque es parte del derecho de la libertad religiosa que existe en nuestra Constitución.
_La educación también es un derecho…
Pero ahí es mucho más difícil tomar las medidas de distanciamiento físico.
_Entonces, en base a lo que explica, la decisión se basó en el respeto a la libertad de culto y no en criterios médicos ni científicos. ¿Es así?
Esa es una afirmación suya, yo le estoy dando una respuesta. Hubo alguna solicitud obviamente de los sectores religiosos y entonces, en base a criterios científicos, se ha establecido que puedan funcionar con el 30% del aforo.
_¿Eso implica que otros sectores pueden hacer la solicitud de funcionamiento? ¿Se lo va evaluar?
Eso tendrá que definir el nivel subnacional. Todas las actividades que no están prohibidas expresamente en el decreto nacional, están quedando para regulación en los gobiernos subnacionales.
Hay que aclarar que, lo que se ha buscado, es restringir las actividades de carácter festivo porque es muy difícil que se termine respetando el distanciamiento físico. Agencias