Desde el Sedes recalcaron que toda muerte en domicilio o vía que haya sido por violencia es considerado como caso sospechoso de coronavirus, por lo cual se debe cumplir con todos los protocolos de bioseguridad para el entierro.
El responsable de Vigilancia Epidemiológica del Sedes, Rubén Castillo, informó que las pruebas de coronavirus solo pueden hacerse hasta antes de las 6 horas del deceso de la persona, pero muchos familiares recién informan de la muerte a las 12 horas o incluso días después, por lo que ya no se les puede hacer las pruebas, ya que darían un falso negativo.
Castillo recordó a la población que a estos difuntos se los deben tratar como si hubieran tenido el virus, es decir, que su cajón sea plastificado. Además, no se deben realizar velorios y a los entierros solo puede asistir cinco personas como máximo.
Lamentó que en sectores alejados y en comunidades los velorios continúen siendo normales con reuniones masivas que ponen en peligro su salud.