El 23 de julio de 2003 ocurrió un macabro crimen que consternó a la Llajta.
El cuerpo de Shirley Quispe, una joven estudiantes de 18 años de edad que estaba embarazada, fue encontrado mutilado, sin su bebé en el vientre y quemado entre unas piedras en el municipio de Sipe Sipe. Debido a ese trágico final, desde esa fecha hasta hoy miles de personas, la consideran una especie de “santa popular” a la que los padres y madres piden salud y protección para sus hijos, entre muchos otros favores.
EL CASO
Shirley era una buena alumna y venía de una familia muy humilde. Se conoce que su madre la abandonó y su padre estaba enfermo. Por su humilde origen, la madre de su enamorado estaba en contra de la relación.
De acuerdo con una revisión hemerográfica, el enamorado de Shirley, de nombre Ramiro, con engaños, llevó a la joven que estaba en su octavo mes de embarazo y cursaba el último año de colegio hasta una quebrada camino a Inkarraqay donde la mató de forma brutal.
La acuchilló varias veces, la mutiló y le abrió el vientre, arrebatándole a su wawa, fruto del “amor” que un día le juró. El sujeto luego mató al bebé para enterrarlo en la localidad de Amiraya en Sipe Sipe.
Buscando eliminar cualquier evidencia del horrendo crimen, Ramiro quemó el cuerpo de Shirley para luego huir del lugar.
El hallazgo del macabro crimen conmocionó a Cochabamba y al país. En aquel entonces, los vecinos de Shirley marcharon exigiendo justicia.
Se conoce que el autor del crimen entró a la cárcel por un corto tiempo. Se dice que ahora vaga por las calles del valle bajo, aunque también hay otras versiones.
ALTAR Y LOS MILAGROS
Los pobladores del lugar, construyeron en el lugar donde fueron hallados los restos de Shirley tres altares en el que llevaban flores. No se tienen datos precisos de cuando ocurrieron los primeros “milagros” que fueron atribuidos a la “almita milagrosa”; sin embargo, son miles de historias que hay alrededor.
Hay personas que fueron hasta el altar de Shirley pidiendo ayuda para tener un mejor trabajo o superar una enfermedad. También los padres y madres piden protección para sus hijos y que les vaya bien en los estudios; por otro lado, hay mujeres que no pueden tener hijos y van a pedir a Shirley a que les ayude a ser madres.
De acuerdo con medios locales, hay también algunos privados de libertad que piden que Shirley interceda por ellos. Se dice también que incluso algunas unidades policiales del valle bajo, tenían pequeños altares con la foto de Shirley a quien pedían ayuda cuando se presentaba un caso complicado.
Las personas que dan fe de los milagros no solo son de Cochabamba, se conoce que hay fieles que llegan del interior del país e incluso del extranjero. Prueba de ello son la gran cantidad de plaquetas y cuadros de agradecimiento a Shirley.
Si bien, los altares son visitados gran parte del año, es en los primeros lunes de cada mes cuando más devotos llegan, para realizar k´oas, prender velas, pedir favores y también para agradecerlos.
La única foto que se conoce de Shirley es una donde aparece con su guardapolvo blanco de colegio. La gente hizo cuadros y ediciones digitales en los que Shirley aparece con vestidos de graduación y también cargando a un bebé haciendo referencia a la wawita que le fue arrebatada.