La criada, de apenas 21 años, había tenido un fugaz romance con el hijo de la familia para la que trabajaba. Sabía que no debía hacerlo, pero no pudo resistir la tentación.
Cuando quedó embarazada, se dio cuenta de que su accionar tendría consecuencias irreversibles, pero se resignó a aceptarlo. Sin embargo, al ver que sus hijas eran siamesas, algo que en 1908 era considerado una especie de abominación, quedó aterrorizada. Estaba convencida de que era un castigo de Dios por lo que había hecho.
Las niñas estaban unidas en la región lumbar y no compartían órganos, lo que auguraba una vida saludable y sin demasiadas complicaciones. Pero Kate Skinner quería deshacerse de ellas, así que las ofreció a la partera Mary Hilton, que accedió a pagarle una módica suma.
Hilton las nombró Daisy y Violet. Cuando crecieron un poco, empezó a exhibirlas en un pub a cambio de dinero, como si fueran atracciones de circo. Pero no llegó a usufructuar el negocio, porque murió en 1915. Su hija Edith Hilton, que estaba casada con el productor de espectáculos Meyer Meyers, vio el potencial artístico del dúo y decidió llevarlas a Estados Unidos.
Las hermanas Hilton recorrieron el país como parte de un show de fenómenos y se hicieron muy conocidas. En 1931 se independizaron de sus explotadores tutores. Los demandaron en un juicio muy recordado y se hicieron todavía más famosas.
Cuando ella murió, Daisy y Violet, nacidas en Brighton (Inglaterra), quedaron en su testamento como si fueran propiedad a la hija de Mary, Edith. Las chicas lograron salir del “contrato” y encontraron el éxito trabajando como intérpretes musicales, hasta que su manager las abandonó y las dejó sin un centavo a su nombre en 1961.
Después de su última aparición pública, que se cree que fue en un autocine en Charlotte, Carolina del Norte, las niñas encontraron trabajo en una tienda local. Se desempeñaron en un taller durante siete años. En un momento, Violet estuvo comprometida con un actor llamado Maurice Lambert, pero no pudo obtener una licencia de matrimonio debido a su condición. Más tarde, Daisy se casó con un actor llamado Harold Estep, pero su matrimonio fue anulado poco después.
Ambas mujeres contrajeron gripe y fallecieron a causa de sus síntomas alrededor del Año Nuevo de 1969. Desgarradoramente, Daisy contrajo la gripe primero y murió antes que Violet.
Violet permaneció viva entre dos y cuatro días más que Daisy, pegada al cadáver en descomposición de su hermana, hasta que ella también enfermó gravemente y murió.
Esta inquietante situación no ocurriría en los tiempos modernos, ya que hoy en día los gemelos unidos pueden ser separados si uno de ellos sufre una enfermedad terminal y el gemelo superviviente acepta la cirugía.
Los siameses nacen físicamente unidos entre sí cuando un óvulo fertilizado se divide en dos embriones pero no se separa por completo. Pueden estar unidos en el pecho, el abdomen, la espalda baja, la pelvis o la cabeza, e incluso pueden compartir órganos. Aproximadamente uno de cada 50.000 a 60.000 nacimientos resulta en gemelos siameses, y la mitad de los embarazos de gemelos unidos resultan en abortos espontáneos o muerte fetal. Agencias