Estos son algunos de los síntomas que te pueden ayudar a intuir que algo no va bien con tu intestino y que quizás sea necesario acudir a consulta cuanto antes. Ten en cuenta que la información que aquí se expone no reemplaza de ninguna manera al diagnóstico médico. Por lo tanto, ante la duda, lo mejor será acudir al profesional cuanto antes y seguir todas sus indicaciones.
ANSIEDAD POR EL AZÚCAR
Ante el consumo de dulces y otras sustancias azucaradas, los grupos bacterianos que residen en el intestino sufren diversos desequilibrios. Una investigación de 2008 publicada en Annual Review of Nutrition da cuenta de estas vías alternativas de absorción intestinal.
El problema con ello es que, en un principio, al percibir el deseo por este componente, se lo consume de manera normal, pero con el pasar del tiempo se presenta una ansiedad excesiva.
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS
Es normal sentir ‘mariposas’ u otras reacciones en el estómago cuando se experimenta ansiedad, nervios y otras emociones. Efectivamente, estudios han demostrado que la relación intestinos-cerebro es bidireccional, como se detalla en uno publicado en Progress in Neuro-psychopharmacology & Biological Psychiatry.
De este modo, los problemas psicológicos como la depresión, el estrés y la ansiedad pueden ser signos de alguna deficiencia en el intestino. Esto se debe, en parte, a la acción de la serotonina.
La serotonina es un neurotransmisor encargado de producir bienestar, tranquilidad y felicidad en el organismo. Este químico se produce en el intestino y el cerebro, como explica un estudio publicado en Frontiers in Neuroscience. Por este motivo, el estado de ánimo puede advertir cómo se encuentra el órgano.
GLUCOSA EN EXCESO
Una de las principales funciones intestinales es la síntesis de los alimentos, incluido el azúcar. Si hay alguna deficiencia, el exceso de glucosa eleva el contenido de azúcar en la sangre y da pie a enfermedades como la diabetes. Además, los procesos metabólicos se también se alteran y el ciclo de transformación energética puede fallar.
PIEL AFECTADA
Cuando el tejido cutáneo presenta acné y otro tipo de eczemas, puede ser un signo de desequilibrio en el intestino. Un estudio publicado en Gut Pathogens sugiere que los problemas intestinales pueden alterar la función de la barrera epidérmica. Sin embargo, aún no está definido de qué manera se da esta relación ni qué tan importante es la injerencia de la salud intestinal en la aparición del acné.
Pese a estas cuestiones inconclusas, la investigación citada afirma que hay “suficiente evidencia” como para relacionar el estado de la piel con el de los intestinos. Con ello, ciertas condiciones como el acné, la psoriasis, la rosácea o irritaciones de la piel pueden estar relacionadas con el intestino.
INESTABILIDAD DIGESTIVA
Los problemas asociados con la digestión son quizás el principal signo de que algo no anda bien en el intestino. Todo comienza con gases, hinchazón abdominal y diarrea, causadas por la alteración en las bacterias encargadas de proteger el intestino.
El desequilibrio en la flora intestinal se da por la aglomeración de sustancias nocivas, las cuales imposibilitan la absorción nutritiva de la mayoría de los alimentos. Tal y como describe un artículo publicado en Acta Médica Peruana, esto puede conducir a un síndrome de intestino irritable.
HALITOSIS
Ligado a la deficiencia digestiva, la función estomacal puede verse interrumpida por el desequilibrio bacteriano en el intestino. Un estudio publicado por el Journal of Natural Science, Biology and Medicine comprobó que los problemas gastrointestinales también pueden originar la halitosis.
PROTEGE TODO EL CUERPO
Por lo explicado anteriormente, queda claro que la salud del intestino y de todo el sistema digestivo en general está vinculada con el bienestar del resto del organismo. Desde luego, todo esto es muy importante, por lo que es recomendable tener hábitos saludables y llevar una dieta equilibrada.
Para finalizar, es importante reiterar que el diagnóstico médico es fundamental ante cualquiera de las situaciones mencionadas con anterioridad. Si padeces alguno de estos síntomas, consulta con el profesional.