Un silencio absoluto y casi nada de movimiento es el que se vive en el complejo del club Aurora, donde las puertas se encuentran cerradas ya desde hace mucho tiempo, por lo que visos de que el equipo vuelva a los entrenamientos está muy lejano.
En una nueva visita al campamento aurorista, el panorama no cambió en casi nada, esta ocasión solo se pudo observar a una sola persona trabajando en la cancha principal, donde se pudo conocer, es la única que trabaja en el mantenimiento de todas las canchas de fútbol y la limpieza de los ambientes administrativos como los camarines para jugadores y cuerpo técnico.

Sobre los protocolos de bioseguridad, se envió por segunda vez los mismos a la Sociedad de Medicina Deportiva, pues la primera presentó varias observaciones. Esta situación provoca que por ahora no se piense en volver a trabajar en filas auroristas.