Las personas infectadas por el nuevo coronavirus que no desarrollaron síntomas de la enfermedad, pueden tener una respuesta inmunitaria más débil contra el virus que las que sí cayeron más enfermas.
Los investigadores advierten, por lo tanto, sobre los riesgos de implementar «pasaportes de inmunidad» que garantizarían a sus poseedores estar protegidos contra el mal.
El estudio describe en el plan inmunológico y clínico el caso de 37 personas sin síntomas cuya infección fue diagnosticada por una prueba virológica naso-faríngea en el distrito de Wanzhou (en la municipalidad de Chongqing, suroeste de China).
Entre esos 37 pacientes asintomáticos identificados en un grupo de 178 personas infectadas por el nuevo coronavirus, 22 eran mujeres y 15 hombres, de entre 8 y 75 años (edad media: 41 años).
Los expertos, constataron que esos pacientes, aislados en el hospital, tuvieron una duración media de excreción viral de 19 días, frente a 14 días en 37 pacientes que presentaron síntomas (fiebre, tos, dificultades respiratorias).
Esta duración de excreción no significa, sin embargo, que infecten, lo que aún queda por evaluar, revelan los autores.
Algunos gobiernos del mundo flexibilizan las cuarentenas, mientras que la Organización Mundial de la salud habla de no bajar la guardia frente al rebrote de coronavirus.
Ocho semanas después de la salida del hospital, los niveles de anticuerpos neutralizantes, que dan a priori inmunidad contra el virus, disminuyeron 81,1% en pacientes sin síntomas, frente a 62,2% en pacientes con síntomas.
Para explicar más la respuesta inmunitaria, los investigadores midieron algunas sustancias (citoquinas y quimioquinas) en la sangre y observaron sus bajos niveles en pacientes asintomáticos, lo que muestra una respuesta antiinflamatoria reducida.
Estos datos, así como análisis anteriores de los anticuerpos neutralizantes, ponen en evidencia los riesgos potenciales de utilizar «pasaportes de inmunidad», por lo que abogan por seguir aplicando las medidas sanitarias comunes de prevención.