El senador de Comunidad Ciudadana (CC) Javier Martínez y el diputado de Creemos Tito Caero coincidieron que el sistema de salud en Bolivia está “muy, pero muy mal”, por eso 3.300 recién nacidos mueren al año; es más, denunciaron que las autoridades de Salud eluden la fiscalización de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
Caero, presidente de la Comisión de Política Social en la Cámara de Diputados, adelantó que enviarán peticiones de informe para que las autoridades de salud, expliquen por qué hay una exagerada burocracia y malas condiciones de atención a los pacientes en los hospitales públicos.
“La salud y la educación en el país están muy, pero muy mal en el país. Tenemos que dormir para agarrar una ficha, no hay una atención eficiente y es por eso el deceso de los recién nacidos. Por ejemplo, necesitamos un hospital para los niños en Santa Cruz que es de donde vengo”, declaró Caero a la ANF.
El secretario general del Sindicato de Ramas Médicas de la Salud Pública de La Paz (Sirmes), Fernando Romero, afirmó que “Tenemos la mortalidad más alta y hasta nos da pena reconocerlo, en la región Bolivia tiene una mortalidad neonatal de guerra, es como si un país estuviera en conflicto bélico”.
El parlamentario lamentó que autoridades gubernamentales no reciben a senadores en el marco de sus atribuciones fiscalizadoras. Agencias.