La pasada semana se inauguraron los centros de aislamiento en los pabellones del campo ferial de la laguna Alalay y en el coliseo de la Costanera, el primero con una capacidad de aislar a 120 pacientes asintomáticos o con síntomas leves de Covid-19, el segundo con 42 camas. Sin embargo, actualmente solo hay un paciente internado en el primer centro.
Como si de un mal chiste se tratara, una de las 120 camas de internación en la Feicobol está siendo usada por un paciente asintomático que tiene coronavirus. Cuando hace semanas toda la población reclamaba por la habilitación de estos lugares y evitar que aumente la cantidad de contagios de coronavirus.
Según autoridades en salud y de la Gobernación, la población prefiere quedarse en casa a ser internado a uno de estos centros de aislamientos, en donde el paciente está siendo monitoreado por médicos y enfermeras, tiene alimentación, medicación y acceso a internet de forma gratuita.
Según el secretario de Desarrollo Humano de la Gobernación, Carlos Solá, al ser “voluntaria” la internación de cada paciente no se puede obligar a la población que tiene el virus quedarse en estos centros de aislamiento. Pero, recordó que éstos fueron instalados para evitar los contagios familiares y que la enfermedad avance silenciosamente empeorando la salud del paciente.
Ante esta situación, el responsable de Epidemiología del Sedes, Rubén Castillo, recordó a la población que, si existe un paciente Covid en casa, éste debe tener estar aislado en una habitación propia que tenga una ventana hacia el patio, usar barbijo todo el tiempo, tener su propio juego de toallas, cubiertos, platos y vasos; todo para evitar contagiar a las demás personas que viven en el mismo lugar. Sobre todo, no debe recibir visitas ni salir de la habitación.