Desde hace algún tiempo, los baños de vapor vaginales llaman la atención de miles de mujeres en el mundo, dado que muchas celebridades han promovido su práctica. Este tratamiento, también llamado vaginal steaming o «vapor yoni», consiste en exponer la zona vaginal al vapor que liberan algunas hierbas con el fin de hacer una limpieza y reducir algunas dolencias. ¿Realmente funciona? ¿Hay evidencias?
A pesar de que muchos datos anecdóticos reportan beneficios, por ahora no hay estudios científicos que demuestren que su uso sea efectivo. En lugar de esto, profesionales de la salud advierten que puede acarrear algunos riesgos, sobre todo cuando se realiza de forma casera y sin las precauciones necesarias.
¿CÓMO FUNCIONAN?
Para realizar baños de vapor vaginales se prepara una infusión con varias hierbas. Luego, se expone la vagina a los vapores que libera la cocción, en un periodo que puede oscilar entre 20 y 45 minutos.
Algunos espás de lujo ofrecen este servicio por una tarifa considerable. Para ello, emplean un asiento especial conocido como «trono», que cuenta con un orificio por donde sale el vapor.
No obstante, algunas personas lo realizan en casa sin elementos especiales. Simplemente, se introduce la preparación en un barreño y, posterior a esto, la mujer se agacha sin ropa sobre el recipiente para recibir los vapores. A menudo se usa una toalla alrededor de la cintura y las piernas para que no se escape el vapor.
Por lo general, las hierbas que se utilizan son las siguientes: Manzanilla, caléndula, albahaca, artemisa, orégano, ajenjo, romero.
USOS Y BENEFICIOS DE LOS BAÑOS DE VAPOR VAGINALES
En la medicina tradicional, los baños de vapor vaginales se emplean como tratamiento para «limpiar» la vagina, el útero y todo el tracto reproductivo de la mujer. Con esto, dicen sus defensores, es posible disminuir algunos problemas femeninos comunes, como los siguientes: Síntomas menstruales: calambres, inflamación, sangrado abundante y agotamiento, desequilibrios hormonales, malos olores vaginales, infertilidad, hemorroides, estrés, infecciones, dolores de cabeza.
Ahora bien, es primordial considerar que estos supuestos beneficios no tienen base científica. Hay quienes señalan que funciona porque mejora el flujo sanguíneo a los tejidos vaginales, lo que estimularía la curación. No obstante, estas afirmaciones no han sido probadas por la ciencia.
¿QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS?
No se han hecho investigaciones de calidad para evaluar los supuestos beneficios de los vapores vaginales. Su popularidad se debe a testimonios en línea y a afirmaciones de la literatura popular que, por supuesto, no tienen fundamento científico.
Un trabajo publicado en Culture, Health & Sexuality en 2017 sugiere que este tipo de prácticas surgen a raíz de ideas como que el cuerpo de la mujer es sucio, que la vida contemporánea es dañina y que es necesario estar en constante mejora para mantener la salud.
Pero lo cierto es que en torno a la salud íntima femenina hay muchos mitos. Contrario a lo que muchos piensan, la vagina no requiere productos o tratamientos específicos para limpiarse. Tal y como explican los investigadores en Womens Health, la vagina se limpia a sí misma debido a la presencia de un microbioma, compuesto en su mayoría por Lactobacillus.
No hay suficientes evidencias científicas para determinar si la aplicación de vapor vaginal es segura y eficaz. Aun así, hay cierta preocupación respecto a los riesgos de quemaduras por la exposición de estos tejidos sensibles al calor. Agencias