Cochabamba
La Alcaldía de Quillacollo al medio día de este martes, dispuso un forzado control a la venta de refrescos «hervidos» en inmediaciones de la plaza Bolívar.
Una denuncia de laRed UNO, originó la movilización de personal de la Intendencia, quienes de manera precaria e improvisada procedieron a tomar muestras del agua de la fuente central de la plaza , para presuntamente someter a pruebas de laboratorio.
La denuncia, se refiere al seguimiento realizado a un indigente, quiés es «contratado» por una de las vendedoras de refresco de la acera oeste de la plaza Bolivar, para recoger agua y llevar hasta el puesto de venta de refrescos «al paso».
En las imágenes se obsera que el indigente recibe como pago, una bolsa de refresco.
Esa muestra ha orginado molestia entre la población que acostumbra consumir los refrescos en vaso, en ese sector tradicional.
La molestia y el reproche de los consumidores, ha originado que las protestas sean manifiestas en contra de todas las «refresqueras» que utilizarían agua no tratada adecuadamente para el consumo humano.
A este pabnorama se suma el uso de barras de hielo, elaboradas con agua que tampoco es garantía para el consumo humano, debido a que el líquido con que se elabora, es de dudosa procedencia.
El intendente, junto a un grupo de guardias, procedieron a tomar muestras de la fuente central del paseo, con claras muestras de improvisación y en recipientes sucios, dijeron que era para verificar la calidad del agua acumulada en esa atracción.
Lamentablemente, los «técnicos municipales» no recogieron peliminarmente (como debió ser) muestras del refresco que comercializan en ese lugar, donde se utiliza agua para el lavado de los vasos y utencilios usados para esa actividad comercial.
Esta improvisación, demuestra que los funcionarios de la Alcaldía no cuentan con la preparación necesaria para este tipo de tareas que deberían garantizar la venta de productos que no atenten contra la salud de la población.
Consumidores del tradicional refresco de mok’ochinchi, lamentaron que además de la incompetencia muncipal, los comerciantes no guarden el cuidado necesario para preservar la salud de la gente.