Mientras los hundimientos de tierra avanzan en la mancomunidad de Takoloma tras las lluvias, la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Cochabamba realiza trabajos paliativos con maquinaria y personal para reducir los riesgos en este sector de la zona sur de la ciudad.
En un recorrido verificamos este martes que un nuevo deslizamiento afectó el acceso a varias viviendas y alarmó a los vecinos.
El año 2023 este fenómeno inició con al menos 50 viviendas desplomadas y ahora ya suman más de 400 viviendas entre desplomadas y otros que están a punto
Varios pobladores ratificaron que no abandonarán sus viviendas pese a la oferta de lotes y albergues que hizo la Alcaldía porque aseguran que no existe documentación que respalde los trámites para la transferencia de los predios.
“La alcaldía solo nos dice en palabras, pero no hay ningún refugio y menos terrenos para construir viviendas”, dijo Jhanet López, otra vecina del lugar.
Entre tanto, el jefe de la UGR, Dennis Rosales, informó que se desplazaron brigadas para desviar el agua que baja de la serranía, pero aclaró que esta medida no frenará los hundimientos porque el problema se genera por una falla geológica.
Ante el riesgo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cortó el servicio de gas natural el año pasado. Los carros aguateros descargan el agua a los turriles en lugares específicos porque varias vías han desaparecido.
“Es difícil vivir en estas condiciones. Muchos aún no nos fuimos porque no tenemos a dónde ir. Yo creo que en cualquier momento se caerá lo mío; mientras tanto, seguiremos aquí”, lamentó.
Dijo que cada noche la tierra emite sonidos como crujidos de dientes o galletas que se rompen. López está segura de que son señales de que los hundimientos del terreno continuarán.