Una mujer este jueves pasado fue declarada culpable del crimen de la novia de su hijo, Micaela Bravo, a quien en marzo de 2016 asesinó a puñaladas en la ciudad de Bariloche, en Río Negro.
Según las fuentes, este veredicto de culpabilidad coincidió con los pedidos de la fiscalía y la querella; y a partir de ahora se deberá fijar una nueva audiencia de cesura en la que las partes solicitarán un monto de pena. Por su parte, Patricio Vargas, exmarido de la joven asesinada y quien actuó en carácter de querellante en representación de los tres hijos menores que tuvo con la víctima, resaltó la labor de la fiscal Betiana Cendón, aunque criticó la labor del Ministerio Público y la Policía de Rio Negro en los comienzos de la investigación que lo tuvo a él como principal sospechoso.
«Del análisis de la prueba traída a juicio y en razón de los fundamentos vertidos entendemos que ha quedado acreditada con certeza la participación y atribución de responsabilidad que se le reprocha a la acusada como autora del injusto», sostuvo esa mañana el juez Burgos tras la lectura del fallo. El juicio por el crimen comenzó en junio pasado y en la primera audiencia un testigo declaró que le había advertido a la víctima que se cuidara de Paine, quien era su suegra y no aceptaba la relación que mantenía con su hijo, Carlos Colipi.
También declaró Vargas, quien recordó que se separó de Bravos en buenos términos y que cuando ella le contó que había iniciado una relación sentimental con Colipi, él le advirtió que tuviera cuidado con la madre de éste. «Yo le dije a Micaela que iba a tener problemas con Angélica, porque a ella la conozco de hace mucho y sé de sus reacciones», atestiguó Vargas, quien además dio detalles sobre cuando tomó conocimiento de la desaparición de su exesposa el 23 de marzo de 2016 y denunció la » inacción policial» en los días posteriores.
El cuerpo de Micaela Bravo fue hallado recién el 6 de abril, 13 días después de su desaparición, en cercanías de un supermercado mayorista ubicado en la intersección de las ruta nacional 40 y Circunvalación, a poco más de 800 metros del lugar donde desapareció. Agencias