Se cree que una de las funciones del silicio orgánico en el cuerpo humano es contribuir a la formación de colágeno. El colágeno es una proteína que da estructura y fuerza a muchos tejidos, incluidos los huesos, los cartílagos, los ligamentos y la piel.
Además, a partir de los 40 años, en el cuerpo humano hay menor producción y almacenamiento de silicio. Coincide con el momento de la vida en que inicia la pérdida más notoria de densidad ósea, de elasticidad de la piel y de fortaleza de los ligamentos, tendones y cartílagos. En las mujeres, en especial, la perimenopausia intensifica esta realidad y aumenta el riesgo de padecer osteoporosis.
Beneficios atribuidos al silicio
Existen atribuciones que se le hacen al mineral, pero que no tienen demasiado sustento científico. Algunas fueron analizadas en estudios con animales y otras son solo hipótesis. Veámoslas a continuación.
Fortalecimiento del cabello y las uñas
El consumo de silicio podría promover el crecimiento y el fortalecimiento de las uñas y el cabello. En teoría, al estimular la producción de colágeno, estas estructuras se harían más resistentes.
Prevención de enfermedades neurodegenerativas
El aluminio podría desempeñar un papel central en el desarrollo de algunas enfermedades neurológicas, como el alzhéimer. La acumulación de aluminio en las neuronas es más notoria en personas que luego desarrollan problemas de memoria. Por otro lado, el silicio presente en el agua de bebida parece disminuir la absorción de aluminio. Es decir, que las aguas ricas en silicio evitan que se incremente la cantidad de aluminio que entra al cuerpo humano.
Reducción de la aterosclerosis
Estudios en animales han propuesto que una mayor concentración de silicio en el organismo se asocia con un menor riesgo de aterosclerosis, la condición en la que se endurecen las arterias. Las personas con ateroesclerosis tienen más posibilidades de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. No se entiende cómo el mineral prevendría la acumulación de placas endurecidas en las arterias. Además, se necesitarían estudios en humanos para confirmarlo, los que todavía no existen.
Cómo consumir silicio para aprovechar sus beneficios
El silicio se encuentra de manera natural en varios alimentos. Los siguientes son los que más concentración del mineral tienen: Cereales. Pescados. Frutas: mango, naranja y manzana. Verduras: zanahoria, lechuga y repollo crudo.
Bebidas: en el agua mineral que proviene de manantiales de agua dura, en el café y en la cerveza elaborada a base de lúpulo y trigo.
Una dieta variada asegurará una ingesta óptima de silicio. Se estima que, en los países occidentales, el consumo diario se sitúa entre 20 y 30 miligramos.
Vale recordar que ningún organismo oficial ha determinado la cantidad recomendada por día. Por lo tanto, tampoco sabemos cuál es el máximo permitido ni el mínimo para asegurar un buen funcionamiento del cuerpo. En farmacias y tiendas especializadas se venden suplementos nutricionales con silicio orgánico. Sobre estos productos, no existe evidencia científica que demuestre su utilidad.
El silicio es seguro en la mayoría de los adultos sanos. No obstante, no se recomiendan los suplementos en mujeres embarazadas o en lactancia. Al contrario, no hay problemas en consumir alimentos ricos en el mineral en estas etapas.
Una consideración especial hay para las personas con antecedentes de cálculos renales. Si bien no está comprobado que consumir mucho silicio derive en piedras en los riñones, se reportaron casos en personas que ingirieron cantidades elevadas del mineral a través de antiácidos que contienen trisilicato de magnesio.