La expresidenta Jeanine Áñez se descompensó la tarde de ayer, en plena audiencia que debía considerar una nueva solicitud de cesación de su detención preventiva. Comenzó a temblar, se la vio muy débil y sufrió una crisis ansiosa.
En medio del procedimiento, realizado de forma virtual, se podía advertir el estado de fragilidad de Áñez, en su noveno día de huelga de hambre al interior de la cárcel de Miraflores, en La Paz, donde permanece recluida por más de 11 meses.
“Es inhumano que sigan con esta audiencia, la señora está completamente mal, está temblando. No se puede ni siquiera parar, si lo hace, se desmaya”, dijo la abogada Norka Cuéllar.
La jurista, junto a la hija de la exmandataria, Carolina Ribera, intentaban calmarla, mientras personal médico del recinto penitenciario la atendía. Una de las doctoras dijo que presentaba una “crisis ansiosa” y que era necesario “estabilizarla”.
El juez reprogramó el actuado para el lunes 21 de febrero a las 15:00, ante el reclamo airado, tanto de los abogados de la exjefa de Estado, como de los representantes de la Procuraduría, el Ministerio de Gobierno y otras instancias estatales.
Momento en el que la expresidenta se descompensó:
Antes de la audiencia, el médico particular Karim Hamdan ingresó al penal para revisar a Áñez. A su salida confirmó que ella se encuentra delicada y ordenó que se realicen pruebas de laboratorio, pero descartó que se requiera internación.
“Está delicada, no está (en estado crítico) crítica, pero vamos a sacar muestras para laboratorio para ver qué hacer. No amerita una internación, ella definirá si continúa con su huelga de hambre”, explicó el galeno.
Sostuvo que presenta una deshidratación moderada y se ve la posibilidad de colocarle suero. “Lo que hay que evitar es que ingrese a un cuadro crítico”, dijo, instando a que la familia acate las recomendaciones que realizó.
El ministro Eduardo del Castillo informó que la exautoridad fue sometida a una valoración médica y se concluyó que presenta parámetros normales.