La joven fue asesinada al inicio de este mes de octubre en Afganistán, pero la noticia no fue difundida por su familia por temor a sufrir represalias. Afzali precisó que las circunstancias del asesinato de la joven solo las conocen sus familiares. Antes de que los talibanes tomaran el poder en Afganistán, Hakimi jugaba en un equipo municipal de la capital afgana.
La entrenadora también advirtió que sólo dos jugadoras de la selección juvenil logaron huir al extranjero: las demás “debieron escapar y esconderse” mientras que los intentos de hallar “ayuda de organizaciones y países del exterior no tuvieron éxito”. 30 atletas de la selección de vóley de Afganistán relataron su temor a sufrir violencia y represalias de parte de los talibanes por su actividad deportiva, y pidieron ayuda a la comunidad internacional para abandonar el país. Algunas de sus compañeras que lograron huir al exterior denunciaron en agosto el asesinato de otra jugadora del equipo. Agencias