Compost, fertilizante biol y utensilios de aluminio son solo algunas de las cosas que las ecorrecolectoras y un grupo de investigadores de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) buscan elaborar dando una nueva vida a los residuos sólidos y orgánicos que se producen en la ciudad de Cochabamba, a través de la fabricación y empleo de maquinaria que pueda acelerar el proceso de reciclaje a gran escala.
La representante del rubro de ecorrecolectores, Ruth Velasquez, manifiesta que la cantidad de basura que deben separar y reducir día a día es bastante y hay ocasiones en las que el espacio no abastece, pues no tienen un terreno asignado para realizar esta labor y muchos de los trabajadores no tienen domicilios propios.
En ese sentido, miembros de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la UMSS, apoyados en programas como CITA y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, fijaron la mirada en grupos poblacionales que puedan fortalecer su economía con el apoyo tecnológico necesario.
El investigador de la UMSS Eduard Herman explica que el proyecto es trabajado de forma integral desde el 2018, “para cocrear y diseñar máquinas y elementos que les permitan generar mejores condiciones para las ecorrecolectoras”.
El proyecto es integral y tiene varias aristas, como el desarrollo de un software de ecorrecolectoras para promocionar sus productos y su identidad. Otro aspecto es un plan de negocios generado en base a los residuos orgánicos y su recuperación.
Entre la maquinaria respecto a la que tuvieron formación y elaboraron las mismas trabajadoras, están una compostera, biodigestor, compactadora y un horno.
“Este tipo de diseño es circular, se genera los modelos, se fabrica, se los prueba y luego se hacen otros equipos mejorados. Se los puede escalar y automatizar”, explicó el investigador de la UMSS Marcelo Vía Giglio.
RESIDUOS ORGÁNICOS
Velasquez afirma que, en sus labores diarias, evidencian un mayor volumen de desechos orgánicos. Por ello, dos de los equipos fabricados se ocupan para tratar este tipo de basura biodegradable.
La «compostera» consiste en una caja en la que se depositan los residuos orgánicos sobre bandejas recubiertas con nylon oscuro y lombrices.
El biodigestor consiste en un envase plástico de casi medio metro, tapado, que tiene dos salidas, una de ellas se utiliza para el escape del biogas, que desprende de todo tipo de desechos orgánicos que se depositen dentro de este equipo.
Otro de los tubos es utilizado para la extracción de biol, un fertilizante líquido rico en nutrientes muy utilizado en el departamento de Santa Cruz, que actualmente es importado y no abastece a las necesidades de ls agricultores de productos orgánicos como la chía.
El compactador se utiliza para aplastar las latas de aluminio.
El horno es una especie de fundidora del aluminio comprimido, del cual se producen bloques de este material.