Once municipios del país se sumaron a los 71 que hasta la semana pasada se encontraban en la categoría de riesgo alto, los mismos se encuentran en siete departamentos que son Chuquisaca, La Paz, Oruro, Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando. Cochabamba bajó de 15 a 12 y Potosí de 3 a 2.
Los datos también muestran que 52 municipios cambiaron de categoría de riesgo y 287 se mantuvieron.
Las ocho ciudades capitales, a excepción de Potosí, están en el riesgo alto. A su vez, en relación al índice de la semana pasada, cuando Sucre (Chuquisaca) era la única ciudad capital fuera de la zona roja, hoy está en el rango de riesgo alto.
Por otro lado, 23 municipios dejaron la categoría media y pasaron a la zona roja, entre ellos Cliza y Toco, en Cochabamba, que registraron un incremento de casos así como la velocidad en la propagación del virus. Los municipios que presentaron mejoras importantes en este departamento fueron Tolata, Colomi, Villa Tunari, Chimoré y Shinahota.
La capital de la Llajta se encuentra entre los 10 con mayor riesgo alto junto a Trinidad, Loreto y San Joaquín, en Beni; Caraparí, Yacuiba y Tarija, en Tarija; Colpa Bélgica y Moro Moro, en Santa Cruz; y Filadelfia en Pando.
«En Trinidad se registra la tasa de incidencia de casos activos COVID-19 más alta del país. El ritmo más alto de propagación del virus se presenta en Caraparí. El resto de los municipios se caracterizan principalmente por registrar niveles muy altos en la tasa de incidencia; con excepción de Filadelfia, donde la velocidad de propagación del virus es la segunda más alta de Bolivia», señala el reporte.
Ante esta situación, se exhorta a los gobiernos municipales a realizar mayores esfuerzos para que la población cumpla las medidas de contención y distanciamiento, con el objetivo de mejorar la calificación de riesgo.
El gobierno determinó alerta sanitaria hasta el 31 de julio. Agencia
