Priscila Pinell
Almitas, fertilidad, comida, jocosidad y familia son parte de una de las celebraciones más importantes del departamento y del país. Todos Santos es la fiesta que reúne a los seres queridos, amigos e incluso a las comunidades que desean rendir honores a las personas que fallecieron y llegarán a visitar la tierra durante un día.
El director de Cultura y Turismo de la Gobernación de Cochabamba, Uvaldo Romero, refirió que si bien, la fiesta se la celebra en todo el país, Cochabamba; como era de esperarse, se caracteriza por la pomposidad del armado de su mesa o “mastak’u”.
En la Llajta; capital gastronómica de Bolivia, se acostumbra a armar las mesas con un sinfín de alimentos, pues no solo entran las tradicionales masitas, sino también frutas, platos de acuerdo a la región, bebidas espirituosas y refrescos.
La preparación del tradicional mastak’u es una actividad que se realiza en familia, todos participan. “Es un momento de integridad en el que te encuentras con la memoria de tus seres queridos, es un momento íntimo, es un tiempo de alegría familiar”, expresó Romero.
Romero señaló que la fiesta de Todos Santos se va perdiendo en las ciudades, pues está siendo remplazada por otras tradiciones comerciales. No obstante, en las provincias se continúa celebrando con intensidad, siendo una atracción para los turistas que desean observar estas prácticas.
El ALTO, UNA CIUDAD DE TRADICIONES
Eva Sunila Choque, nació en El Alto y cuenta que su familia siempre tuvo respeto a los difuntos. Explicó que los rituales dirigidos a rendir honor a los fallecidos no se limitan al mes de noviembre, sino empiezan con la muerte del ser querido.
“Yo recuerdo que acompañaba a mi abuela al río a lo que llaman los lavatorios, para lavar la ropa del muertito, después esta era quemada”, contó.
LAS ALMITAS EN LAS MINAS
Roberto Paniagua, llegó de las minas del norte de Potosí donde la celebración de Todos Santos está muy arraigada en la población. Contó que un mes antes del 1° de noviembre los familiares del difunto mandan una invitación a las personas más cercanas del fallecido para que ayuden con la elaboración de las masitas.
Cada persona tiene una tarea, los amigos y familiares preparan los urphus y la persona más querida es la que elabora el centro de mesa, es decir, la t’antawawa. El mast’aku debe realizarse durante dos años seguidos, uno por la muerte y la otra para despedir al alma.
En algunos lugares la celebración dura hasta el 3 de noviembre. Todos Santos continúa con la fiesta de Toro Chico, es un día en el que se realizan juegos como el sapo o la rayuela que tienen una connotación sexual, además se bebe en los llamados diablitos que son recipientes de cerámica con la forma de los órganos genitales.
Rezos, alabados y coplas
Los rezos, alabados o coplas forman parte de la celebración de Todos Santos, por lo general son los niños y jóvenes quienes realizan esa práctica.
Si bien, son dedicatorias a las almas, pues tienen un trasfondo religioso, también están los alabados jocosos en los que se hace alusión a políticos, familiares y temas sexuales.
El concejal, Edwin Jiménez, quien es aiquileño recordó que, cuando era niño, junto a sus amigos iba a rezar a las mesas, lo hacían por los panes, frutas y los mejores “rezadores” se llevaban comida. “Siempre había uno que era el que más imaginación tenía, ese se convertía en el líder del grupo”, recordó.
De la misma forma, Eva recordó que cuando era niña iba a rezar y llegaba a su casa con talegos de pan que duraban una semana, contó que para que se suavicen tenían que ponerlos al vapor, pero debían comerlos rápido para que no vuelvan a endurarse. “El pan añejo era más rico”, dijo
Almas en la tierra
La elaboración del pan de Todos Santos es importante debido a que cada uno de los elementos tiene un significado.
Las escaleras sirven para que el espíritu baje a la tierra y nuevamente suba al mundo de las almas.
La t’antawawa representa el alma del fallecido y es el pan más grande de la mesa. También se elaboran bizcochos, estos a base de cerveza, según las creencias si la preparación se baja, significa que pronto fallecerá un nuevo ser querido.
Las llamas y perros son los animales que ayudan a pasar al “otro lado” a los fallecidos. Los gusanos representan a los seres rastreros que devoran el cuerpo y lo devuelven a la tierra.
Mesas Pomposas
En toda Bolivia se hace el armado de las mesas, pero el departamento donde se hace gala de la gastronomía y la diversidad de alimentos y bebidas es en Cochabamba.
Uvaldo Romero, director de Cultura y Turismo de la Gobernación de Cochabamba, indicó que la “pomposidad” del armado del mastak’u es una de las características de la Llajta, pues desde el preparado de los panes, la fruta, las bebidas, hasta cerdos o corderos enteros forman parte de la mesa.
Eva quien llegó de El Alto, dijo que quedó sorprendida con los colores, los adornos, la cantidad de alimentos y bebidas que se ofrecen al difunto en el departamento.