Tomasa Pérez Guzmán nació en Arque en el departamento de Cochabamba en una pequeña localidad llamada “Tutuma Central”, tiene 47 años y hace más de 27 años que tiene uno de los oficios más antiguos de la humanidad, el de partera.
Durante el tiempo que desempeña esta labor tuvo la dicha de ser quien recibió en este mundo a más de 600 recién nacidos. Atendió tantos partos que ya perdió la cuenta de cuantas veces escuchó el primer llanto de un bebé.
“Ya no recuerdo exactamente cuántos partos he atendido, pero son bastantes, he dedicado la mitad de mi vida a este oficio”, señaló Tomasa.
El don que tiene para atender a las madres que van a dar a luz proviene de su abuelo, que era un médico naturalista tradicional, por ello la inclinación hacia la medicina está en sus genes; sin embargo, en su familia nadie más eligió este oficio.
Tomasa contó a LA VOZ que su primer parto lo atendió a los 20 años, fue algo improvisado y surgió por la necesidad de ayudar a una joven madre primeriza a dar a luz.
Pues el escuchar el primer llanto de un bebé y ayudarlo a nacer la inundó de satisfacción y felicidad. Ese alumbramiento fue algo natural e innato que marcaría su destino hasta la actualidad. “Creo que no hay nada más lindo que ayudar a una wawita a nacer, son angelitos de dios y yo les ayudo a llegar a la tierra”, afirmó.
Resaltó que nunca sintió temor, la seguridad de lo que hacía estuvo siempre con ella; es así que hasta el momento no lamentó un mal parto, al contrario, todos fueron nacimientos exitosos y sin complicaciones.
ALCOHOL, HILO Y ARCILLA
Tomasa para atender un parto alista el material que utilizará como cualquier otro médico, no improvisa, en cada visita de trabajo que realiza va preparada.
No pueden faltar el hilo para cocer las heridas (episiotomía vaginal), el alcohol para la desinfección y un platito de cerámica; el cual es utilizado como bisturí para cortar el cordón umbilical. Un trabajo preciso que no descuida ningún aspecto.
No utiliza ningún tipo de anestesia química; sin embargo, si hace uso de mates naturales para ayudar a la madre en el trabajo de parto.
No obstante, el trabajo de Tomasa no termina con el alumbramiento, pues también limpia al recién nacido y al día siguiente le da el primer baño.
Después del parto hace la visita a la madre en tres ocasiones más para ver si tanto ella como el bebé se encuentran bien, incluso en algunos casos regresa después de una semana.
VIAJES Y WAWITAS
Tomasa no solo atiende partos en Arque, sino en otros municipios y otros departamentos. Viajó a La Paz, Beni Tarija y Santa Cruz.
Las mamás que desean ser atendidas deben comunicarse con ella con anticipación, especialmente si están fuera del departamento. Dijo que cuando sienten los primeros dolores ya deben llamarla para darle tiempo a llegar su número de contacto es 737-85-444.
“Algunas personas me llaman y me mandan el pasaje en avión para que llegue rápido, si ya está avanzado el trabajo de parto no podré llegar”, aseveró.
En relación a los costos de atención indicó que oscilan entre los Bs 500 y Bs 600, esto representa todos los cuidados y revisitas a la paciente. El tiempo del parto depende de si es madre primeriza o no, en el caso de que, si sea, puede llegar a durar hasta dos días y madres que ya tuvieron hijos demoran entre dos a cuatro horas en dar a luz.
Partos y tejidos
Tomasa Pérez tiene cinco hijos todos nacieron en su casa, bajo su cuidado y el de su esposo.
Una de sus hijas estudia enfermería pues heredó la vocación de su madre para ayudar a las personas; sin embargo, sus otros hijos también están relacionados con el cuidado de la salud y cuando es necesario la ayudan en los trabajos de parto.
Pese a que dedicó toda su vida a ser partera esto no lo le alcanza para vivir y acompaña su trabajo de otras actividades de salud como ser el cuidado y atención de mujeres que tienen problemas de matriz, pero también se dedica al tejido de chompas a pedido. (Priscila Pinell)