La Fiscalía Departamental de La Paz admitió seis denuncias contra el dirigente universitario, Max Mendoza, y las acumuló en una sola porque se trata de un mismo hecho. La comisión de fiscales que investiga el caso pidió activar las alertas migratorias para que el dirigente no salga del país.
La fiscal Leticia Muñoz, a cargo de la comisión, inició las diligencias preliminares y en las próximas horas se decidirá si existen más personas denunciadas.
“Estamos activando todas las alertas migratorias necesarias para que (Mendoza) pueda presentarse ante la Fiscalía y responder por estas denuncias”, informó el fiscal departamental de La Paz, William Alave.
Los seis querellantes lo denunciaron por peculado, uso indebido de influencias, beneficios en el cargo, usurpación de funciones, contratos lesivos al Estado, contribuciones y ventajas ilegítimas del servidor público y uso indebido de bienes y servicios públicos.
El dirigente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB) recibía un sueldo de Bs 21.870 por ser miembro del presídium del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) aunque, según las denuncias, no cumplía con los requisitos para el cargo, entre ellos ser docente titular.
Las seis demandas corresponden al docente universitario Víctor Hugo Chávez; los diputados Edwin Rosas, Héctor Arce, Weimar Quisberth, Marcelo Pedraza; y el rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Óscar Heredia, que presentó la denuncia este viernes.
Tras la polémica, el dirigente nacional de los universitarios reapareció para negar las acusaciones que pesan en su contra. Respaldado por otros secretarios de las FUL, afirmó que se tratan de “calumnias” y que no cometió ningún delito.
“Todo este tipo de denuncias que se han venido presentando son en gran medida calumnias a la Confederación Universitaria Boliviana y a las federaciones universitarias locales”, dice en un video publicado la noche del jueves en el sitio en Facebook de la CUB, refiriéndose además a “una serie de ataques mediáticos”. Agencias