Te presentamos un potente tratamiento basado en una mezcla de sal y aceite. Es ideal para la osteoporosis u otros problemas óseos y musculares. Además, está al alcance de cualquiera y es fácil de elaborar. Solo necesitas un recipiente de cristal para conservarlo y unos minutos para aplicártelo.
Propiedades del aceite
Estas son algunas de las propiedades del aceite que vamos a utilizar para nuestro tratamiento de sal y aceite: El aceite de oliva es rico en unos elementos llamados polifenoles, que actúan como antioxidantes. De este modo, cuando el oro líquido entra en contacto con nuestro organismo, retrasa el envejecimiento celular. Esto significa que los dolores tardan más en aparecer. También contiene de oleocantal, un compuesto que impide que se activen las enzimas que provocan la inflamación. Por ello, tres cucharadas de aceite equivalen a una décima parte de los antinflamatorios químicos.
Propiedades de la sal
Para nuestro remedio de sal y aceite vamos a usar sal marina que contiene diferentes beneficios para tratar los dolores articulares. Su consumo debe ser moderado. Con todo esto, debemos consultar con nuestro médico de confianza antes de consumir este remedio en el caso de que suframos de hipertensión arterial. Pues la sal no es una buena aliada en estos casos.
Para empezar, tiene una gran cantidad de magnesio para fortalecer nuestros tejidos. Por tanto, constituye un buen remedio impedir el resentimiento de los mismos, ya sea por el paso del de tiempo o por la acción de alguna dolencia. Los minerales que contiene son muy beneficiosos para nuestro sistema inmunitario. En consecuencia, nuestros huesos y músculos se recuperarán con mayor rapidez si recurrimos a este producto. De este modo, los efectos de un paseo, un largo viaje en coche, de pasar horas sentado o de pie serán mucho menores.
Tratamiento a base de sal y aceite
Ingredientes: 1 vaso de agua (200 ml). 20 cucharadas de aceite de oliva (320 g). 10 cucharadas de sal (100 g).
Preparación: Añade en el vaso de aguas las 20 cucharadas de aceite y las 10 de sal. Mezcla todos los ingredientes y, a continuación, masajéate las zonas afectadas durante 3 minutos. Al principio con esto será suficiente, pero con el tiempo tendrás que ir aumentando la duración del mismo. El objetivo final será llegar a los 20 minutos. No te preocupes si no tienes tanto tiempo, no es indispensable. Intenta, al menos, llegar a los 10.
Aplícate el tratamiento de sal y aceite durante unos diez días. Comprobarás los efectos con mucha rapidez y que se mantienen durante mucho tiempo. Además, te moverás con más facilidad, al tiempo que el dolor disminuirá de forma considerable. Gracias a esta terapia tradicional, rejuvenecerás tus células, mejorarás tu circulación y reforzarás tus defensas.
Es necesario que tengas presente que hay pieles que se enrojecen con este masaje y cuando retiramos la mezcla. Por ello, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:
Para evitar que ocurra, primero usa una toalla humedecida con agua templada. Después, pásate otra toalla seca con polvo de talco para suavizar la zona.
Con esta sencilla medida desaparecerán todas las molestias y podrás seguir con el tratamiento con total normalidad. Como ves, merece la pena probar este tratamiento de sal y aceite. Es fácil de preparar, sencillo de aplicar y los beneficios son enormes.
Si eres de esas personas que no confía en la medicina tradicional, te animamos a que experimentes con este tratamiento. No pierdes nada y puedes ganar mucho.