Según detallan las autoridades Génesis jugaba junto con sus amigos afuera de su domicilio cuando un hombre la secuestró, luego la llevó a una casa abandonada donde abusó sexualmente de ella para después asesinarla. Trascendió que los familiares de Génesis comenzaron a buscarla con ayuda de sus vecinos, quienes ubicaron a los principales sospechosos del crimen, eran tres hermanos.
Edwin Giovanni Chamalé Elías, de 28 años de edad, Luis Ángel de 30 y Jairo Daniel de 33 años, quienes fueron retenidos por la gente para que confesaran en dónde se encontraba la menor de edad. Los hermanos Chamalé Elías eran conocidos por los vecinos como unas personas conflictivas al tener rencillas con varios de ellos; pero especialmente realizaban mayores abusos en contra las mujeres. Todos se dedicaban a hacer trabajos en las obras de construcción.
Uno de los hermanos no soportó la presión de sentirse culpable y confesó que uno de sus hermanos había atacado a Génesis Anayeli, por lo que dio el lugar exacto donde se hallaba la niña. Los vecinos fueron hasta el lugar, y ahí, vieron a Génesis sin vida quien estaba dentro de una casa abandonada ubicada en un callejón donde la niña solía jugar con sus amigos. El cuerpo de la víctima estaba semienterrado con una capa de cemento para tratar de cubrirlo.
No aguantó la culpa y confesó
Tras el hallazgo, los tres hermanos corrían el riesgo de ser linchados por la gente que estaba enojada al ver el crimen que terminó con la vida de la niña; pero se salvaron de ser atacados, ya que fueron arrestados por la Policía Nacional Civil de Guatemala.
Las investigaciones de la policía revelaron que el culpable de cometer el crimen, que no fue revelado el nombre, estaba bajo los efectos del alcohol o de alguna droga en el momento en que abusó sexualmente de la niña para luego estrangularla; confirmó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Guatemala.
Por lo tanto, la abuela de la víctima exigió justicia para que los culpables cumplan una condena en la cárcel. Génesis era una niña que le gustaba jugar, describió su abuelita. Agencias