Organizaciones internacionales alertan sobre una situación “sin precedentes” en la región, que agravará las antiguas desigualdades, el hambre y la vulnerabilidad a las enfermedades.
África, el continente que alberga los diez países más pobres del planeta y más de 300 millones de habitantes en estado de indigencia, transita por un período devastador.
Su territorio no solo ha sido golpeado la pandemia del coronavirus (Covid-19), que hasta el momento deja 3.131 muertos y 101.775 infectados, sino por violentas inundaciones y la peor crisis de langostas en los últimos 25 años.
El “triple desastre” ha sido advertido por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR, por sus siglas en inglés).
Los desbordamientos han matado a casi 300 personas y han desplazado forzosamente a otras 500.000, con lo cual ha aumentado el riesgo de propagación de la Covid-19 en el continente de más de 1.200 millones.
Según Simon Missiri, Director Regional de la Federación Internacional para África, muchos de quienes se han quedado sin hogar buscaron refugio en centros de alojamiento temporal donde “no es fácil o no es posible observar el distanciamiento físico”.
Como resultado, miles tienen ahora un mayor riesgo de contraer coronavirus (Covid-19) o enfermedades transmitidas por el agua y necesitan asistencia alimentaria de emergencia.
“Nos enfrentamos a una situación humanitaria inusualmente compleja. Nos preocupa que la cantidad de personas que padecen hambre y enfermas aumente en las próximas semanas, a medida que las inundaciones y Covid-19 continúen afectando severamente la capacidad de supervivencia de muchas familias en la región», indicó el experto.
África es una suma de desgracias: sus condiciones climáticas adversas están teniendo un efecto multiplicador, lo que “podría conducir a niveles preocupantes de inseguridad alimentaria en la región».
Cómo es la peor plaga de langostas en dos décadas
El Cuerno de África también se enfrenta a la peor crisis de langostas del desierto en más de 25 años, y la más grave en 70 años para Kenia, uno de los países de ese continente más estables tras su independencia.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la situación sigue siendo alarmante, particularmente en Etiopía, Kenia y Somalia, donde se está desarrollando una cría generalizada y la formación de nuevos enjambres.
Desde luego, es “una amenaza sin precedentes para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia al comienzo de la temporada de cultivo”, detalló la organización. Agencias