Aún no hay fecha estipulada para su regreso pero la expectativa de los fanáticos del boxeo va en ascenso y cada vez falta menos para ver nuevamente a Mike Tyson sobre un cuadrilátero. Mientras tanto, el ex campeón mundial de los pesados continúa preparándose para sus peleas de exhibición y su transformación física es cada vez más notoria.
A los 54 años, Iron Mike ha vuelto a entrenar prácticamente con la misma intensidad que lo hacía cuando era profesional y se le nota en el cuerpo: actualmente pesa 220 libras (99,7 kilos), lo mismo que en sus mejores épocas. Él mismo ha confesado que se siente en plena forma y reveló incluso su mayor secreto en este proceso de cambio.
“He estado entrenando, boxeando y me siento muy bien. He bajado de 289 libras a 220 y me siento en plena forma”, manifestó en diálogo con el sitio especializado Fighthype. Es decir, que ha perdido 69 libras, el equivalente a 31,2 kilogramos.
Tyson lleva varias semanas sometiéndose a un exigente entrenamiento junto a su entrenador Rafael Cordeiro, un coach brasileño especialista en Muay Thai y líder de los entrenamientos de un equipo de MMA. A fines de abril, 15 años después de su retiro, dijo que comenzaría a prepararse para hacer combates de exhibición para recaudar fondos y ayudar a las personas más necesitadas en la crisis del coronavirus.
Así empezó la aventura de un Mike Tyson que en varios videos difundidos en las redes sociales demostró que no ha perdido potencia en pegada a la hora de impactar contra el saco y las manoplas, y que incluso mantiene una agilidad similar a la que tenía cuando era una de las grandes figuras de los pesos pesados.
Lejos de esos días de depresión y adicciones a las drogas, Tyson se ha volcado por completo a los ejercicios de cardio, de guantes, y la chaqueta de boxeo. Sigue preparándose para esas peleas de exhibición en las que incluso podría volver a enfrentarse al también estadounidense Evander Holyfield, quien también ha vuelto a entrenarse y alimentó los rumores de revancha tras aquel combate en el que Tyson fue descalificado por arrancarle parte de la oreja de un mordisco.