En medio de llanto y un profundo dolor, familiares, amigos, compañeros de colegio y vecinos le dieron el último adiós al menor de 14 años que perdió la vida luego de recibir una descarga eléctrica fatal en un paseo escolar.
“Te fuiste y te llevaste una parte de nosotros contigo, fuiste un amigo que valía mucho, el curso nunca será lo mismo sin ti, a lado tuyo nunca faltaban las risas”, señaló uno de sus compañeros.
El estudiante fue despedido en el cementerio general de Punata, que se convirtió en su última morada.
En medio de un desconsuelo inimaginable, la familia se despidió del pequeño que junto a sus compañeros acudió a la comunidad de Pocoata de paseo, pero encontró la muerte.