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El autor de un ataque realizado en la víspera en Boulder, en el estado de Colorado, que hirió a ocho personas que participaban en un acto para pedir la liberación de rehenes de Hamás ha sido acusado este lunes formalmente de un delito de odio.
El hombre, de 45 años y que responde al nombre de Mohamed Sabry Soliman, está acusado de un «delito de odio que involucra raza, religión u origen nacional, real o percibido», según los cargos presentados.
Soliman está detenido bajo fianza de 10.000.000 de dólares en una cárcel del condado de Boulder, según el informe de medios locales, tras emplear el domingo un lanzallamas casero para arremeter contra un grupo de personas reunidas en una actividad pacífica de solidaridad con los rehenes que aún permanecen en la Franja de Gaza. Los fiscales federales dijeron este lunes que habían presentado cargos por un delito motivado por el odio contra un hombre después de que este utilizara cócteles molotov para atacar a manifestantes que marchaban el domingo en Boulder, Colorado, en apoyo de los rehenes israelíes retenidos en Gaza. Ocho personas fueron hospitalizadas con quemaduras y otras lesiones; dos de ellas se encontraban en estado grave, dijeron las autoridades.
El sospechoso, Mohamed Sabry Soliman, a quien el Departamento de Seguridad Nacional identificó como un ciudadano egipcio que había rebasado la duración de su visado de turista, fue detenido inmediatamente después del ataque. Les dijo a los investigadores que llevaba un año planeando el atentado, según una declaración jurada del FBI. El atentado podría intensificar la profunda inquietud que existe actualmente en la comunidad judía de Estados Unidos. En los últimos meses, dos ayudantes de la embajada israelí fueron asesinados en Washington, y un hombre prendió fuego a la residencia del gobernador Josh Shapiro de Pensilvania, quien es judío. Durante el ataque, Soliman gritó «¡Palestina libre!», según ha informado el FBI, que está investigando el ataque como un «acto terrorista». Agencias.
