Un donante de esperma en Estados Unidos, ha partido en busca de los 96 hijos que ha ayudado a engendrar, y hasta el momento ya ha encontrado a 25 de ellos. Dylan Stone-Miller, un ingeniero de software de 32 años que cuando tenía 20 se hizo donante por pura casualidad, para poder pagar con el dinero que le daba el banco de semen (100 dólares por visita) una cuantiosa multa por conducir bajo los efectos del alcohol. Tras divorciarse, abandonó su trabajo y se lanzó en busca de sus hijos.
Todo inicio cuando una de las madres que había engendrado una niña con espermatozoides del joven y que lo encontró combinando los escasos datos que le dio el banco de esperma y las redes sociales.
Stone-Miller, tras dar al banco permiso expreso de comunicar sus datos, abrió entonces una cuenta en Facebook a la que invitó a sumarse a todas las familias de «sus» hijos biológicos, y una veintena de ellas accedieron de inmediato, mujeres solas o casadas. Agencias