Un siglo de endulzar a las almitas que visitan a familiares en la tierra

Priscila Pinell

Los bisabuelos, abuelos, padres y ahora los nietos llevan más de un siglo endulzando las almas de los difuntos, durante su visita a la tierra por la fiesta de Todos Santos. Por cuatro generaciones, la familia, Garnica Arcos, elabora los dulces para el armado de las tradicionales mesas o mast’akus.

Es su trabajo, pero además es parte de su vida y sus creencias, pues el preparar los dulces para las almitas no solo tiene un redito económico, sino tiene que ver con respetar la tradición de ofrecer lo mejor a los difuntos que hacen un largo viaje para visitar la que una vez fue su Llajta, su morada y su familia.

Jhonatan Garnica uno de los nueve hermanos contó que; desde sus cinco años, recuerda que sus padres y sus abuelos reunían a toda la familia para trabajar en la elaboración de los caramelos.

Durante más de 120 años mantienen la misma forma de trabajo, pues dos meses antes de la festividad empiezan con los preparativos para la ardua tarea. Es un mes en el que no duermen, comen lo que pueden y se entregan al 100 %, para cumplir con sus clientes que esperan homenajear a sus seres queridos que partieron al más allá.

UN PIZCA DE AZUCAR Y OTRA DE CREATIVIDAD

Los dulces Garnica; si bien, son elaborados con azúcar, agua, pigmentos naturales y el “secreto de la familia”, tienen un ingrediente que los distingue de todos los demás, y es la creatividad, ya que desde que nació esta tradición, la familia siempre quiso destacar. Primero fueron las formas tradicionales como ser las canastas, escaleras, campanas, gallos, arcos, entre otros.

Después innovaron con colores llamativos que captaron la atención de los clientes. Actualmente elaboran dulces con personajes de películas que junto a los llamativos tonos destacan la habilidad de estos artesanos. Personajes como Coco, Guason, Godzila son los favoritos; sin embargo, también hay clientes que optan por extravagancias como ser los platillos voladores, con extraterrestres incluidos.

“Hay ideas bastante peculiares, cada cliente es distinto (…) Nuestra tarea es elaborar lo que nos pidan. Siempre es un reto el moldear nuevas imágenes, que están totalmente fuera de lo tradicional”, dijo Jhonatan.

SABORES

Larry Garnica; otro de los hermanos, le dijo a LA VOZ que, a diferencia de otros dulces, los caramelos que elaboran son comestibles y no solo un adorno, puesto que no contienen añilina, sino colorantes vegetales que son usados para la elaboración de alimentos.

Este año, los dulces saborizados son la novedad, ya que no solo es el sabor tradicional, pues tanto niños, como adultos podrán deleitarse con sabores frutales como la frambuesa, naranja, uva, limón e incluso los caramelos ácidos.

ARDUO TRABAJO

El elaborar los dulces no es una tarea fácil, por ello, se debe iniciar prácticamente con dos meses de anticipación para conseguir el azúcar a un buen precio; una vez que cuentan con el material, pueden hacer la recepción de pedidos.

Trabajar con azúcar a altas temperaturas, no es para cualquiera. Dedos vendados, cortados, quemados, ampollados es el resultado de esta actividad. “Ya no tengo huella digital y no puedo sacar plata del banco, tengo que pedir número de código no más”, cuenta entre risas, Larry.