Una mujer puede oler el Parkinson y su increíble habilidad cambió la medicina

Agencias
Joy Milne, una enfermera escocesa con un olfato excepcional, detectó el Trastorno neurodegenerativo en su esposo años antes del diagnóstico médico. Su caso inspiró una línea de investigación que hoy podría revolucionar el diagnóstico temprano de esta enfermedad.
Joy notó un aroma inusual en la piel de su marido mucho antes de que aparecieran los primeros síntomas del Parkinson. Al asistir a un grupo de apoyo, reconoció el mismo olor en otras personas con la enfermedad. Así comenzó todo.
Investigadores de Manchester y Edimburgo confirmaron que Joy podía detectar la enfermedad con camisetas usadas por pacientes. Incluso “olió” el Parkinson en una prenda de alguien sano… que fue diagnosticado meses después.
Desde entonces, se estudian los compuestos químicos en el sebo —una secreción de la piel— que podrían actuar como biomarcadores.
El Parkinson altera la química del sebo, generando compuestos volátiles que pueden detectarse incluso antes de los temblores clásicos.
Entre ellos están el eicosano y el perillic aldehído, sustancias ligadas a procesos inflamatorios y oxidativos.
Gracias al hallazgo, se desarrolló un test que solo necesita pasar un hisopo por la espalda. Luego, se analiza la muestra con espectrometría de movilidad iónica, una técnica capaz de distinguir más de 500 señales químicas asociadas al Parkinson en solo 3 minutos.
VENTAJAS DE ESTE AVANCE
Hoy el Parkinson se diagnostica cuando ya hay daño neurológico irreversible. Esta prueba permitiría:

  • Detectar la enfermedad en etapas muy tempranas.
  • Iniciar tratamientos neuroprotectores.
  • Reducir las listas de espera en neurología.
  • Personalizar los tratamientos.
    Además, al ser barato y no invasivo, facilita estudios poblacionales y estrategias de prevención.
    Este avance abre nuevas líneas de investigación para otras enfermedades que podrían alterar el olor corporal, como el Alzheimer, la esclerosis múltiple e incluso algunos tipos de cáncer.
    Joy Milne ya colabora en estudios sobre tuberculosis y tumores de mama. Su olfato se transformó en una herramienta científica.
    PRUEBA
    Ahora, un equipo de la Universidad de Manchester, en colaboración con Joy, ha desarrollado una prueba simple de frote de piel que, según afirman, tiene una precisión del 95% en condiciones de laboratorio detectando si las personas tienen Parkinson.
    Los investigadores analizaron el sebo, la sustancia aceitosa de la piel, recolectado con un hisopo de algodón en la espalda de los pacientes, un área que suele lavarse con menos frecuencia.
    Usando espectrometría de masas, compararon a 79 personas con Parkinson con un grupo de control de 71 personas que no tenían la enfermedad.
    La investigación encontró más de 4.000 compuestos únicos en las muestras, de los cuales 500 eran diferentes entre las personas con Parkinson y el grupo que no tenía la enfermedad.
    El estudio fue publicado por en el Journal of the American Chemical Society.