Una joven universitaria de 20 años pasó el susto de su vida cuando se dirigía a su domicilio, ubicado en la zona de El Frutillar, el pasado viernes por la noche.
La joven cuenta que al salir de sus clases de la universidad decidió abordar un taxi blanco.
Cuando se encontraba cerca de su domicilio, el chofer le habría invitado «a comer un plato de pollo» a lo que la joven se negó y le dijo que por favor pare el auto.
El conductor hizo caso omiso y siguió conduciendo y riéndose, razón por lo que la joven abrió la puerta y se bajo de un salto.
Resultó con raspones en el tobillo derecho, pero nada de gravedad.
Lastimosamente no pudo tomar nota de la placa del auto para realizar la denuncia en la Policía. «Pero siento que me salvé de una agresión», dice.